Cada competición es una prueba de equilibrio, de dominio de si mismo y de respeto de la reglas
(C. Doody/Agencias).- «Testimonios de lealtad, de honestidad, de concordia y de humanidad». Eso es lo que el Papa Francisco ha pedido que sean los futbolistas al reunirse este martes con jugadores del Juventus y del Lazio. Además, el pontífice les ha animado a ser conscientes de su rol como ejemplos para sus animadores.
«Considerando la fascinación y el reflejo que el fútbol profesional tiene sobre las personas, especialmente entre los jóvenes, tenéis una notable responsabilidad», les dijo Francisco a los dos equipos que este miércoles disputarán la final de la Copa de Italia, al recibirles en la Sala Clementina del palacio pontificio.
A los jugadores de Lazio y Juventus aseguró que «aquellos que son considerados campeones se convierten fácilmente en figuras de referencia, por eso cada competición es una prueba de equilibrio, de dominio de si mismo y de respeto de la reglas».
«Quien, con su propio comportamiento, sabe dar prueba de ello, entonces se convierte en un ejemplo para sus admiradores», agregó.
Francisco, un gran aficionado al fútbol y seguidor del San Lorenzo de Almagro, recordó los episodios de violencia que a veces se producen en los estadios y que «turban el tranquilo desarrollo de los partidos y la sana diversión de la gente».
«Espero que podáis, en lo que esté en vuestras manos, ayudar a la actividad deportiva a que quede en eso, gracias al compromiso personal de todos, al ser motivo de cohesión entre los deportistas y de la entera sociedad», aseveró.
El pontífice argentino les despidió deseando que «hagan un buen partido».