Prácticamente desde su independencia, seis años atrás, Sudán del Sur sufre una sanguinaria guerra intestina. Las milicias del presidente, Salva Kir, y del líder del Ejército de Liberación del Pueblo, Riek Machar, se disputan el control del territorio
El Papa Francisco quiere cumplir su palabra y realizar un viaje apostólico a Sudán del Sur, pero lo hará cuando su presencia sirva para abrir el diálogo y la paz en ese país, víctima de una violenta guerra. Así lo confirmó a Notimex Michel Roy, secretario de la organización Caritas Internacional, un organismo comprometido en primera persona en el socorro de miles de sud sudaneses que padecen hambre e inestabilidad social.
«El Papa podía ir incluso con esta situación de inestabilidad que se vive ahora, pero irá sólo si sirve de algo. Puede servir su presencia sólo si el diálogo comienza de nuevo, pero el diálogo no existe en este momento», indicó.
Agregó que, en el pasado reciente, el Vaticano ha emprendido diversas acciones de mediación entre las partes en conflicto y subrayó que aún desea el relanzamiento de un diálogo «sobre bases serias».
Tal es el compromiso de la Santa Sede que está dispuesta a recibir en Roma a los líderes en conflicto. «El objetivo es ofrecer un espacio fuera del país, un espacio neutro como puede ser la Santa Sede para discutir. Existen países como Noruega que son neutros, que no tienen intereses grandes y que lo hemos visto en otros conflictos, han ofrecido este espacio neutro también, pienso que la Santa Sede seguirá trabajando en esto», dijo.
«Urge comenzar de nuevo el proceso de diálogo entre aquellos que se combaten, que no son tan numerosos. La Santa Sede provee movilizar a la comunidad internacional, está comprometida porque la autoridad moral del santo padre es grande y puede hacer la diferencia», indicó Roy.
Prácticamente desde su independencia, seis años atrás, Sudán del Sur sufre una sanguinaria guerra intestina. Las milicias del presidente, Salva Kir, y del líder del Ejército de Liberación del Pueblo, Riek Machar, se disputan el control del territorio. Mientras seis millones de personas no encuentran los alimentos necesarios para calmar el hambre diariamente. Unos cien mil padecen hambruna total, y se están muriendo.
En febrero, durante su visita al templo anglicano All Saints de Roma, el pontífice había dado a conocer su voluntad de visitar el país junto con el arzobispo de Canterbury, el líder de la comunidad anglicana mundial, incluso durante este 2017.
Pero el 30 de mayo, el portavoz vaticano Greg Burke advirtió que el viaje, «si bien estaba en estudio, no será este año». Inmediatamente, la prensa atribuyó el retraso a la incapacidad de garantizar la seguridad del Papa. Mientras se concreta su visita apostólica, el Papa decidió sostener económicamente diversas iniciativas a favor de Sudán del Sur.
«Existe una necesidad inmensa de ayuda humanitaria, la comunidad internacional no provee a nivel necesario, esta ayuda debe llegar a la gente que lo necesita y esto es casi imposible en algunas zonas del país porque no existe seguridad, porque las milicias se están enfrentando y la gente muere, es una guerra», explicó Roy.
«El aporte económico del Papa es el signo de que urge hacer algo más, los recursos que recibe Cáritas Sud Sudán irán a desplazados, a 2500 familias para cultivar plantas que puedan cosechar rápidamente, que crecen en un mes, porque la situación es de incertidumbre y no se puede cultivar plantas que necesitan seis meses o un año para crecer», abundó. Precisó que en situaciones extremas, como el caso de Sudán del Sur, llevar comida no es la única solución, se necesita encontrar otros caminos e innovar. En este caso la innovación es permitir a los refugiados cultivar jardines.
(RD/Notimex)