"No podemos dejarles solos, los cristianos deben rezar por los gobernantes"

Francisco: «No rezar por los gobernantes es pecado»

Los líderes que no rezan "se cierran en su propia auto-referencialidad", subraya el Papa

Francisco: "No rezar por los gobernantes es pecado"
Francisco, durante su discurso en el Congreso de Estados Unidos

¿Quién tiene más poder que un gobernante? El pueblo, que l eha dado ese poder, y Dios, del cual procede el poder transmitido por el pueblo

(Jesús Bastante/Agencias).- «Reza, haz penitencia por el gobernante. No rezar por los gobernantes es pecado«. El Papa Francisco arrancó con fuerza esta semana, clamando en su homilía de la misa de Santa Marta por aquellos que tienen la responsabilidad del bien común.

Y, especialmente, por los cristianos, y por el poder de la oración para cambiar el mundo. «Los gobernantes, que se pregunten: ‘¿Rezo a Aquel que me ha dado el poder transmitido por el pueblo?‘. Los que no son gobernantes, que se pregunten: ‘¿Rezo por todos los gobernantes?’. Y si descubrís que no habéis rezado por los gobernantes, llevadlo a la confesión, porque no rezar por los gobernantes es pecado», señaló el Papa.

«Pero padre, ¿cómo puedo rezar por esta persona que hace tantas cosas malas?», planteó Francisco, especialmente cuando se habla de los malos gobernantes. «En ese caso, incluso, tiene más necesidad de oración. Reza, haz penitencia por el gobernante».

 

 

«No podemos dejar a los gobernantes solos. Debemos acompañarlos mediante la oración. Los cristianos deben rezar por los gobernantes», subrayó, recordando el pasaje evangélico del centurión. «Este hombre sentía la necesidad de la oración porque tenía la conciencia de no ser el padrón de todo, de no ser la última instancia. Sabía que sobre él había otro ante el que debía rendir cuentas. Tenía subalternos, los soldados, pero él mismo tenía la conciencia de ser un subalterno. Y esto es lo que le lleva a rezar».

Y es que el gobernante que no reza «se cierra en su propia auto-referencialidad, o en la de su partido, en ese círculo del que no se puede salir y termina siendo un hombre cerrado en sí mismo. Pero cuando contempla los verdaderos problemas, desarrolla esa conciencia de ser un subalterno, de que hay otro con más poder que él».

«¿Y quién tiene más poder que un gobernante?», se preguntó el Papa: «El pueblo, que le ha dado ese poder, y Dios, del cual procede el poder transmitido por el pueblo. Cuando un gobernante tiene esa conciencia de subalternidad, reza».

La importancia de la oración del gobernante, insistió Francisco, reside en «la oración por el bien común del pueblo que ha confiado en él». En este sentido, puso como ejemplo a Salomón, que no pedía a Dios oro o riquezas, sino sabiduría para gobernar. «Los gobernantes deben pedirle al Señor esa sabiduría», afirmó el Papa.

¿Y qué pasa si el gobernante es agnóstico o ateo?, concluyó el Papa. «Si no puede rezar, que confronte sus actos con su conciencia, con la sabiduría del pueblo, pero que no permanezca cerrado en el pequeño grupo del partido político».

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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