Bruno Forte: "Es una operación contra el Papa y contra la Iglesia"

Parolin reclama «sensatez» a los firmantes del manifiesto ‘anti Bergoglio’

"En esos asuntos uno debe razonar y encontrar formas de entendernos mutuamente"

Parolin reclama "sensatez" a los firmantes del manifiesto 'anti Bergoglio'
El Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin Agencias

Ninguno de los firmantes de la "corrección filial" es ni cardenal ni más 'obispo' que el líder del grupo tradicionalista de los 'lefebvrianos', Bernard Fellay

(Cameron Doody).- «Es importante el diálogo, incluso dentro de la Iglesia». Con estas palabras, el cardenal Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, ha llamado a la sensatez en el debate sobre la exhortación apostólica Amoris laetitia, que este fin de semana llegó a un punto álgido tras la publicación de la llamada «corrección filial» al Papa Francisco.

De acuerdo con lo relatado por la agencia ANSA, este jueves el «número dos» del Vaticano se convirtió en la primera figura de la jerarquía en referirse a esta «corrección filial» firmada por medio centenar de teólogos y académicos. A través de una carta, estos ultraconservadores acusaron al pontífice de propagar en su escrito, y en sus «actos, palabras y omisiones» subsiguientes, siete posturas heréticas sobre el matrimonio, la moral y la recepción de los sacramentos.

Hablando en Roma al margen de una conferencia sobre la persecución que sufren los cristianos iraquíes, el cardenal Parolin afirmó que quienes no estén de acuerdo con el Papa son libres de expresarse, «pero en esos asuntos uno debe razonar y encontrar formas de entendernos mutuamente».

Aunque ninguno de los firmantes de la «corrección filial» sea ni cardenal ni más ‘obispo’ que el líder del grupo tradicionalista de la Hermandad Sacerdotal San Pío X, o «lefebvrianos», Bernard Fellay, la publicación del dicho escrito este fin de semana ha desatado una oleada de titulares que auguran un «cisma» potencial en la Iglesia. La «corrección filial» también ha reavivado el debate sobre los ‘dubia’ de los cuatro cardenales acerca de Amoris laetitia presentados al Papa el año pasado, aunque los responsables de la nueva «corrección filial» han decidido, en esta ocasión, que sea «una iniciativa independiente» no impulsada -al menos directamente- por el cardenal Raymond Burke, ‘líder de la oposición’ a Francisco en la Curia.

 

 

Por su parte, y en declaraciones al Avvenire, el teólogo y secretario especial del Sínodo de la Familia, Bruno Forte, se refitió al documento ‘anti Bergolio’ como «una operación contra el Papa y contra la Iglesia».

En opinión de Forte, la ‘Amoris Laetitia’ «responde a una pregunta pastoral -si los divorciados vueltos a casar pueden comulgar- perfectamente legítima y evangélica, basada en la caridad». Por ello, considera tanto las ‘dubia’ como la ‘corrección’ como un «ataque grave e instrumentalizado».

Asimismo, el prelado indica que se trata de «la expresión de un grupo absolutamente minoritario que no ha captado el mensaje de fondo de ‘Amoris laetitia'». Y que cierran la puerta al «espíritu del Concilio Vaticano II que Francisco está encarnando».

Y aunque el cardenal Parolin llame al diálogo sobre la apertura a los sacramentos que propone Amoris laetitia a los católicos divorciados y vueltos a casar, cabe recordar que este mismo jueves La Civiltà Cattolica publicó las más extensas reflexiones del Papa Francisco sobre el debate de las que se ha tenido constancia hasta la fecha. 

«Escucho muchos comentarios -respetables porque los dicen hijos de Dios, pero equivocados- sobre la Exhortación apostólica postsinodal», admitió el Papa a un grupo de jesuitas con que se reunió durante su reciente visita a Colombia. Pero «para entender Amoris Laetitia hay que leerla de principio a fin. Empezar con el primer capítulo, continuar por el segundo… y así siguiendo… y reflexiona», continuó.

«Una segunda cosa», prosiguió Francisco en este encuentro en Cartagena de Indias. «Algunos sostienen que la moral que está a la base de Amoris Laetitia no es una moral católica o, al menos, que no es una moral segura. Ante esto quiero reafirmar con claridad que la moral de Amoris laetitia es tomista, la del gran Tomás. Pueden hablar de esto con un gran teólogo, entre los mejores de hoy y entre los más maduros, el cardenal Schönborn».

«Esto lo quiero decir», zanjó el pontífice, «para que ayuden a la gente que cree que la moral es pura casuística. Ayúdenlos a darse cuenta que el gran Tomás tiene una riqueza muy grande, capaz también hoy de inspirarnos. Pero de rodillas, siempre de rodillas…».

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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