El Líbano es el tercer país que más refugiados recibe, con cerca de 1,2 millones, detrás de Turquía (1,6 millones) y Pakistán (1.5 millones), según datos de Cáritas Internacional
El papa Francisco recibió este viernes 13 de octubre en audiencia privada al primer ministro de El Líbano, Saad Hariri, a quien alentó a construir la paz desde «las fes diversas».
El encuentro entre el pontífice y mandatario libanés duró 25 minutos y se realizó en la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.
«Es un símbolo por la paz, en el que personas de fes diversas pueden estar de acuerdo», manifestó el Papa durante la reunión.
Francisco le obsequió luego el medallón con forma de olivo, que habitualmente entrega a los jefes de Estado y de Gobierno.
El Líbano es el tercer país que más refugiados recibe, con cerca de 1,2 millones, detrás de Turquía (1,6 millones) y Pakistán (1.5 millones), según datos de Cáritas Internacional.
Es la segunda vez que Hariri, reelecto el año pasado, que visita el Vaticano. La primera fue en 2010, cuando se reunió con el entonces papa Benedicto XVI.
Comunicado de la Santa Sede:
Esta mañana el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a S.E. el Sr. Saad Rafic Hariri, Presidente del Consejo de Ministros de Líbano, que sucesivamente ha encontrado a S.E. el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, a quien acompañaba S.E. Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.
Las conversaciones, que tuvieron lugar en un clima de gran cordialidad, han permitido el examen de diversos aspectos de la situación en Líbano y de los últimos acontecimientos en Oriente Medio. Se han expresado, pues, satisfacción por el fortalecimiento de la estabilidad del país y el deseo de que haya una colaboración cada vez más fructífera entre las diversas fuerzas políticas en favor del bien común de toda la Nación. Se ha reafirmado el aprecio por la acogida que presta Líbano a numerosos refugiados y se ha abordado la necesidad de encontrar una solución justa y global a los conflictos que afectan a esa región.
Se ha destacado, además, la importancia del diálogo intercultural e interreligioso, así como el valor de la colaboración entre cristianos y musulmanes para promover la paz y la justicia, constatando el papel histórico e institucional de la Iglesia en la vida del país y la importancia de la presencia cristiana en Oriente Medio.
(RD/Aica)