Vivimos en un tiempo en que los creyentes y personas de buena voluntad sienten cada vez más la necesidad de crecer en la comprensión mutua y en el respeto
(Jesús Bastante/RV).- El próximo 27 de noviembre, el Papa Francisco llegará a Myanmar, en su tercer viaje apostólico a Asia (tras Corea y Filipinas), que también le llevará a Bangladesh. En un video mensaje enviado a los fieles, Bergoglio recuerda que «voy a proclamar el Evangelio de Jesucristo, un mensaje de reconciliación, perdón y paz».
En su mensaje, el Santo Padre desea «enviar unas palabras de saludo y amistad a todo su pueblo. No veo la hora de poder encontrarlos». «Mi visita -añade- quiere confirmar a la comunidad católica de Myanmar en su fe en Dios y en su testimonio del Evangelio, que enseña la dignidad de todo hombre y mujer, y exige abrir nuestros corazones a los demás, especialmente a los pobres y necesitados».
A la vez, el Papa quiere animar a «los esfuerzos dirigidos a construir armonía y cooperación al servicio del bien común». «Vivimos en un tiempo en que los creyentes y personas de buena voluntad sienten cada vez más la necesidad de crecer en la comprensión mutua y en el respeto, y de apoyarse unos a otros como miembros de la única familia humana. Porque todos somos hijos de Dios«, recalca.
«Amor y Paz», es el lema del Viaje del Papa al país asiático, que tendrá lugar del 27 al 30 de noviembre y en el que visitará las ciudades de Yangón y Naipydió, al cual seguirá inmediatamente después su viaje a Bangladesh, del 30 al 2 de diciembre, visitando la ciudad de Daca.
Texto completo del video mensaje:
Queridos amigos,
Mientras me preparo para visitar Myanmar, deseo enviar unas palabras de saludo y amistad a todo su pueblo. No veo la hora de poder encontrarlos.
Voy a proclamar el Evangelio de Jesucristo, un mensaje de reconciliación, perdón y paz. Mi visita quiere confirmar a la comunidad católica de Myanmar en su fe en Dios y en su testimonio del Evangelio, que enseña la dignidad de todo hombre y mujer, y exige abrir nuestros corazones a los demás, especialmente a los pobres y necesitados.
Al mismo tiempo, deseo visitar la Nación con espíritu de respeto y de estímulo por todos los esfuerzos dirigidos a construir armonía y cooperación al servicio del bien común. Vivimos en un tiempo en que los creyentes y personas de buena voluntad sienten cada vez más la necesidad de crecer en la comprensión mutua y en el respeto, y de apoyarse unos a otros como miembros de la única familia humana. Porque todos somos hijos de Dios.
Sé que muchos en Myanmar están trabajando duro para preparar mi visita y les agradezco. Les pido a cada uno que recen para que los días en los que estaré con ustedes puedan ser fuente de esperanza y aliento para todos. ¡Sobre ustedes y sus familias invoco las bendiciones divinas de alegría y paz! ¡Hasta pronto!