El GLoria epresenta, en cierto modo, un abrirse de la tierra al cielo en respuesta al inclinarse del cielo sobre la tierra
(José M. Vidal).-El Papa Francisco continúa, en su audiencia de los miércoles, la catequesis sobre la misa, hoy dedicada al ‘gloria’ y a la oración ‘colecta’ y pide a los curas que obseerven los momentos de silencio y «no tengan prisa» en la celebración. Asimismo, el Papa ensalzó el valor del silencio orante en la eucaristía, para «escuchar la voz del corazón y la del Espiritu Santo».
Lectura del Evangelio de Juan: «Y el Verbo se hizo carne y habiró entre nosotros»
Algunas frases de la catequesis del Papa
«La gratitud se expresa en el Gloria»
«Glorifica y suplica al Padre y al Cordero»
«Gozoso anuncio del abrazo entre el cielo y la tierra»
«Tras el Gloria, la oración colecta»
«El sacerdote exhorta al pueblo a recogerse con él en un momento de silencio»
«En ese momento, uno piensa en las cosas que necesita o que quiere pedir en la oración»
«Disponerse a escuchar la voz del corazón y, sobre todo, la del Espíritu Santo»
«El silencio ayuda a recogernos en nosotros mismos y a pensar por qué estamos allí»
«El sacerdote recoge las intenciones de cada persona»
«Recomiendo vivamente a los sacerdotes que observen este momento de silencio y no tener prisa. Recemos y silencio»
«Sin él, corremos el riesgo de perder el recogimiento del alma»
«El sacerdote reza con los brazos abiertos…para imitar Cristo con los brazos abiertos en la cruz»
«En el rito romano, las oraciones son breves, pero ricas de significado»
«Que la liturgia sea, paa nosotros, una auténtica escuela de oración»
Texto completo del saludo del Papa en español
Queridos hermanos:
Dedicamos la catequesis de hoy al canto del gloria y a la oración colecta que forman parte de los ritos introductorios de la Santa Misa. El canto del gloria comienza con las palabras de los ángeles en el nacimiento de Jesús en Belén y continúa con aclamaciones de alabanza y agradecimiento a Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Representa, en cierto modo, un abrirse de la tierra al cielo en respuesta al inclinarse del cielo sobre la tierra.
Después del Gloria viene la oración llamada colecta. Con la expresión «oremos», el sacerdote invita al pueblo a recogerse un momento en silencio, para que cada uno tome conciencia de estar en la presencia de Dios y formular en su espíritu sus deseos. Hacer silencio significa disponerse para escuchar la voz de nuestro corazón y sobre todo la del Espíritu Santo.
La oración colecta está compuesta, primero, de una invocación del nombre de Dios, y en la que se hace memoria de lo que él ha hecho por nosotros, y en segundo lugar, de una súplica para que intervenga. El sacerdote recita esta oración con los brazos abiertos imitando a Cristo sobre el madero de la cruz. En Cristo crucificado reconocemos al sacerdote que ofrece a Dios el culto agradable, es decir, el de la obediencia filial.
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Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina. Pidamos a la Virgen María que interceda por nosotros para que la Santa Misa sea de verdad una auténtica escuela de oración, en la que aprendamos a dirigirnos a Dios en cualquier momento de nuestra vida. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.