Georg Ratzinger, cuatro años mayor que su hermano, tenía previsto visitar a Benedicto XVI el 8 de abril, una semana antes de su 91 cumpleaños (el 16), "pero es mucho tiempo, quién sabe lo que sucederá hasta entonces"
(J. Bastante/Agencias).- Benedicto XVI no puede caminar, ni levantarse solo.»Mi hermano padece una enfermedad paralizante», según su hermano, Georg Ratzinger. Unas afirmaciones que han sido desmentidas oficialmente por la Oficina de Prensa del Vaticano.
«Las presuntas noticias de una enfermedad paralizante o degenerativa son falsas«, ha precisado la Oficina de prensa del Vaticano. «Dentro de dos meses Benedicto XVI cumple 91 años y, como él mismo dijo recientemente, siente el peso de los años, como es normal a esta edad», ha agregado.
En una entrevista con ‘Neue Post’, y que había sido publicada por la versión alemana Vatican News, el sacerdote confirmaba lo que todos pensaban cuando el Papa emérito escribió la pasada semana al Corriere della Sera: estamos asistiendo a los últimos días del pontífice alemán.
Debido a su estado de salud, Ratzinger se ve obligado a «recurrir a la silla de ruedas», y su salud se va apagando lentamente, según su hermano. «La inquietud más grande es que la parálisis pueda terminar llegando a su corazón, y entonces todo podría terminar velozmente», afirma George.
«Rezo cada día para pedirle a Dios la gracia de una buena muerte, en un buen momento, para mí y para mi hermano. Ambos tenemos este gran deseo», añadió. Georg Ratzinger, cuatro años mayor que su hermano, tenía previsto visitar a Benedicto XVI el 8 de abril, una semana antes de su 91 cumpleaños (el 16), «pero es mucho tiempo, quién sabe lo que sucederá hasta entonces».
Pese a todo, ambos hermanos hablan por teléfono con cierta asiduidad. Preguntado sobre el particular, el portavoz vaticano, Greg Burke, no quiso hacer comentarios, aunque se remitió a la carta que el propio Papa emérito envió la pasada semana al Corriere, y en la que hablaba de su «último tramo del camino» y el declive de sus fuerzas físicas. El pasado domingo se cumplieron cinco años del anuncio de la histórica renuncia de Benedicto XVI, que se hizo efectiva el 28 de ese mes.