Este es el mensaje: la vida cristiana debe ser una vida que debe florecer, en obras de caridad, haciendo el bien. Pero si no nace de las raíces, no podrá crecer. ¿Y quién es la raíz? ¡Jesús! Si no tienes las raíces, no podrás crecer
(J. B.).- Ha llegado la primavera. A Roma, sí, pero también a toda la Iglesia. Desde hace cinco años, con la llegada de Francisco, se nota un aire fresco. Y el golpe de viento del pasado miércoles, que se llevó el solideo de la cabeza papal, sirvió para que Bergoglio soltara una carcajada limpia… y para que volviera a mostrar su capacidad de improvisar.
«Hoy es el primer día de la primavera. ¡Feliz primavera!«, señaló Francisco, mientras se despedía de su solideo (ver minuto 2,31 del vídeo que sigue a estas líneas). «Todo sucede en primavera», reflexionó el Papa. «Florecen las plantas, los árboles dan fruto. Pero responded: un árbol, una planta, que no es regada, ¿puede crecer bien? No», preguntó el Papa. «Un árbol, una planta, que no tiene raíces, ¿puede surgir? Sin raíces no se puede florecer», recordó.
«Este es el mensaje: la vida cristiana debe ser una vida que debe florecer, en obras de caridad, haciendo el bien. Pero si no nace de las raíces, no podrá crecer. ¿Y quién es la raíz? ¡Jesús! Si no tienes las raíces, no podrás crecer», clamó Francisco.
«Si no creces con la oración y los sacramentos, ¿podrán florecer en ti flores cristianas? No», prosiguió el pontífice, quien deseó «que esta primavera sea florida para vosotros, y una Pascua florida, de virtud, de hacer el bien para los demás. ¿Habéis entendido? Recordad que todo lo que el crece en el árbol, viene de lo que hay en la raíces. No cortéis las raíces».