Francisco se compromete a ser "firme y decidido en la búsqueda de verdad y justicia" para las víctimas

El Papa pide perdón en Knock por el «escándalo y traición» de la pederastia

Anima a la "familia irlandesa", Norte y Sur, a perseverar "en la tarea de la reconciliación"

El Papa pide perdón en Knock por el "escándalo y traición" de la pederastia
Ángelus del Papa en el santuario de Knock RD

Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivientes de abuso de cualquier tipo

(Cameron Doody).- Ángelus del Papa Francisco en el santuario de Knock, el corazón mariano de Irlanda, en el segundo día de su visita a ese país. Tras regalar a la Virgen un rosario de oro, y recogerse ante ella en unos momentos de oración, el pontífice ha expresado en su rezo de la oración mariana su intención de expiar la «cicatriz de recuerdos dolorosos» que dejan los abusos cometidos por clérigos. El Papa asimismo ha implorado «el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios», y ha afirmado que seguirá «firme y decidido en la búsqueda de la verdad y de la justicia» para las víctimas, con el propósito «de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse».

Texto completo del discurso del Papa

Queridos hermanos y hermanas:

Doy gracias a Dios por la oportunidad de visitar -en el contexto del Encuentro Mundial de las Familias- este Santuario tan querido por el pueblo irlandés. Agradezco al arzobispo Neary y al rector, Padre Gibbons, su cordial bienvenida.

En la Capilla de la Aparición he encomendado a todas las familias del mundo a la amorosa intercesión de la Virgen y, de modo especial, a vuestras familias, las familias irlandesas. María nuestra Madre conoce las alegrías y las dificultades que se viven en cada hogar. Conservándolas en su inmaculado Corazón, las presenta ante el trono de su Hijo con amor.

En recuerdo de mi visita, he traído como regalo un rosario de oro. Sé que en este país es importante la tradición del rosario en familia. Cuántos corazones de padres, madres e hijos han obtenido fuerza y consuelo a lo largo de los años meditando sobre la participación de la Virgen en los misterios gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos de la vida de Cristo.


María nuestra Madre es también Madre de la Iglesia, y a ella le confiamos hoy el camino del Pueblo fiel de Dios en esta «Isla esmeralda». Pidamos que las familias encuentren apoyo en sus esfuerzos por difundir el Reino de Cristo y por ocuparse de los últimos de nuestros hermanos y hermanas. Que en medio de los vientos y las tempestades que azotan nuestros tiempos, sean baluartes de fe y de bondad que, según las mejores tradiciones de la nación, resisten a todo lo que pretende disminuir la dignidad del hombre y de la mujer creados a imagen de Dios y llamados al sublime destino de la vida eterna.

Que la Virgen mire con misericordia a todos los miembros de la familia de su Hijo que sufren. Rezando delante de su imagen, le he encomendado de modo particular a todas las víctimas de abusos por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda.

Ninguno de nosotros puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que han sufrido abusos, a quienes se les ha robado la inocencia y se les ha dejado una cicatriz de recuerdos dolorosos. Esta herida abierta nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia. Imploro el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios. Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos los sobrevivientes de abuso de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse.


Mi peregrinación a Knock también me da la posibilidad de dirigir un cordial saludo a la querida gente de Irlanda del Norte. Si bien mi viaje con motivo del Encuentro Mundial de las Familias no incluye una visita al Norte, os aseguro mi afecto y cercanía en la oración. Pido a la Virgen que sostenga a todos los miembros de la familia irlandesa para que perseveren, como hermanos y hermanas, en la tarea de la reconciliación.

Agradecido por los progresos ecuménicos y por el significativo aumento de la amistad y la colaboración entre las comunidades cristianas, rezo para que todos los discípulos de Cristo lleven adelante con constancia los esfuerzos para avanzar en el proceso de paz y para construir una sociedad armoniosa y justa para sus hijos hoy.

Y ahora, con estas intenciones y con todas las que llevamos en el corazón, dirijámonos a la Santísima Virgen María con la oración del Ángelus.

Texto completo de su saludo

Deseo dirigir un saludo especial a los hombres y mujeres que están en las cárceles de este país, y agradecer en particular a los que me han escrito, sabiendo que iba a venir a Irlanda. Os aseguro a vosotros y a vuestros familiares mi cercanía y mi oración. Que María, Madre de misericordia, vele sobre vosotros y os conforte en la fe y en la esperanza.


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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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