Se cumplen 25 años del la muerte del religioso, beatificado por Francisco

El Papa viaja este fin de semana a Palermo a rendir homenaje a Pino Puglisi, asesinado por la mafia

"Don Pino nunca retrocedió y se mantuvo fiel en su misión hasta el fin", dice el rector del Seminario

El Papa viaja este fin de semana a Palermo a rendir homenaje a Pino Puglisi, asesinado por la mafia
Don Puglisi, beato

Ciertamente era consciente del riesgo que corría en esos días su vida, pero se quedó allí, en su comunidad parroquial, en ese territorio, y quería de alguna manera involucrarnos también

Este sábado, el Papa Francisco visitará a Palermo, donde rendirá homenaje al padre Giusepp Puglisi, asesinado hace 25 años por la mafia siciliana y que fue beatificado por el Papa Francisco.

En una entrevista realizada por Alessandra Zaffiro al rector del Seminario de Palermo, P. Silvio Sgrò resaltó el significado de la visita del Papa Francisco y la gran expectativa de los seminaristas que tiene a su cargo: «Es sin duda una caricia que el Papa quiere darle a toda la Iglesia de Palermo y cada uno de sus miembros, pero también a todos los que no son cristianos, pero que sin duda lo recibirán con alegría y entusiasmo, pues como sabemos será bien visto con gran admiración y atención por todos», afirmó.

El 15 de septiembre próximo el Papa viajará a Palermo, capital de Sicilia coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario del martirio del padre Giuseppe Puglisi, asesinado por la mafia siciliana en el nocivo barrio de Brancaccio, por su trabajo contra el crimen organizado, hablando con los jóvenes a través de la apertura del «Centro Padre Nostro».

«Creo que la presencia del Papa Francisco en Palermo es una señal importante para nosotros en la dirección de la comunión. Necesitamos un fuerte nexo que nos ayude a sentir la Iglesia, la comunidad, para ayudarnos a experimentar los miembros – continuó don Sgrò – y es exactamente lo que Pontífice nos indica en la dirección tomada por Don Pino Puglisi: la dirección de fidelidad hasta el final. Don Pino nunca retrocedió y se mantuvo fiel en su misión hasta el fin«.

 


Rector del Seminario de Palermo

 

Durante la entrevista, el padre Sgrò, resaltó la gran expectativa de los seminaristas de Palermo ante la llegada del Papa Bergoglio, y la huella que ha dejado el trabajo del beato Pino Puglisi en la vida de los futuros sacerdotes de la Iglesia siciliana.

«Hay tanta perspectiva, y muchos de ellos participan activamente en esta etapa de organización – señaló don Silvio, que describe cómo los seminaristas vienen pasando este período de preparación. Son los que han colaborado con la secretaria, quienes se están preparando en la liturgia y participando activamente en el servicio del altar durante la celebración eucarística. Cada seminarista mira con gran atención la figura del Papa Francisco. Creo que nuestros seminaristas están impresionados por su capacidad de estar entre las personas, su gran sencillez y sin duda también se ven conmovidos por su capacidad de comunicarse de forma franca, directa y comprensible. Pienso que esto es muy importante para su formación en vista del futuro sacerdocio».

«El padre Pino Puglisi es una presencia en nuestras vidas – dice el sacerdote – sobre todo nos conduce en su ser discípulo del Señor: es un hombre que ha seguido a Cristo, porque el amor a Cristo, consiste en ser capaz de recibir constantemente la Palabra del Señor y hacerla suya, aquella palabra que se ha convertido en vida en él, y en esto el Padre Pino es un ejemplo de verdad para nuestros seminaristas y para nosotros los sacerdotes. Su tiempo estuvo disponible para Dios y los demás. Sabemos que tuvo una especial atención hacia los jóvenes, y esto atrae a nuestros seminaristas. El padre Puglisi no era una persona que hacía un ruido particular, pues con su presencia silenciosa sabía cómo dejar su huella en los jóvenes, cómo atraer a la gente, cómo sacudir a la masas».

 


Pino Puglisi

 

«Yo era un joven cuando el padre Puglisi fue asesinado. Estuve en el seminario y él fue nuestro padre espiritual por un tiempo. Recuerdo una meditación que tuvimos: fue la última que nos ofreció -dice el padre Silvio- exactamente en junio de 1993, mismo año del asesinato. Nos hizo meditar el décimo capítulo del Evangelio de San Juan sobre el Buen Pastor. El Buen Pastor que da su vida por sus ovejas. Y para mí es una especie de testamento que Don Pino nos ha dejado. Ciertamente era consciente del riesgo que corría en esos días su vida, pero se quedó allí, en su comunidad parroquial, en ese territorio, y quería de alguna manera involucrarnos también, dejándonos esta preciosa semilla que ciertamente en diferentes formas ha traído y continúa dando frutos en nuestras vidas, en nuestro ministerio «.

«Debemos aspirar a la consistencia: somos cristianos, somos discípulos del Señor, debemos vivir de acuerdo con esta pertenencia, de acuerdo con nuestra elección, empezando por las cosas pequeñas. El padre Pino nos decía ‘si cada uno hace algo’, se refería a las cosas pequeñas del día a día y creo que lo primero que se debe hacer es la propia fidelidad a esas acciones cotidianas que debemos vivir de acuerdo con las responsabilidades que hemos asumido en nuestra vida, aquello que es nuestro particular estado y camino de vida: cosas no extraordinarias, sino fidelidad cotidiana en las cosas pequeñas», finalizó.

(RD/Vatican News)

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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