Testimonio de una víctima: "Cuando fui abusada por un sacerdote, mi madre Iglesia me dejo sola. Cuando necesitaba a alguien en la Iglesia para hablar de mi abuso y mi soledad, todos se escondieron"
(C.D./EFE).- La cumbre anti-abusos arrancó su segundo día hoy viernes con la distribución de informes de las Naciones Unidas acerca de la violencia contra los niños sobre los cuales el Papa quería que los delegados reflexionaran y que la propia ONU espera «puedan «servir de apoyo» en la aplicación en la Iglesia de la política de ‘tolerancia cero’ con los pederastas.
El moderador de la reunión, Federico Lombardi, explicó que el Papa Francisco, que estaba presente, ha querido que a los 190 líderes de la Iglesia católica, entre ellos 114 representantes de las Conferencias episcopales de todo el mundo, se les proporcionase para su reflexión los documentos de la ONU «Hacia un mundo libre de violencia» y «Un rostro familiar: la violencia en la vida de niños y adolescentes», de Unicef.
La pasada semana, según se explicó, el comité organizador de esta cumbre y el Papa se reunieron con la representante de Naciones Unidas sobre la violencia contra los menores, Marta Santos Pais.
Asimismo, se leyó un mensaje de la representante de la ONU en el que expresaba su esperanza de que este material «pueda servir de apoyo a los esfuerzos de la Iglesia para acelerar su compromiso en este tema tan importante».
La jornada de hoy comenzó con una oración y la lectura de un breve testimonio de una víctima: «Cuando fui abusada por un sacerdote, mi madre Iglesia me dejo sola. Cuando necesitaba a alguien en la Iglesia para hablar de mi abuso y mi soledad, todos se escondieron. Me siento aun mas sola porque no se a quién acudir».
Esta mañana se han escuchado las ponencias de los cardenales el indio Oswald Gracias y del estadounidense Blase Joseph Cupich y se ha abordado el tema de la rendición de cuentas de los obispos.
