Miguel Ángel Perera reivindica su condición de gran torero en Palencia

Miguel Ángel Perera reivindica su condición de gran torero en Palencia


Miguel Ángel Perera ha salido en hombros del último festejo de la Feria de San Antolín de Palencia. El diestro pacense cortó una oreja del primero de su lote, el animal más complicado del encierro al que cuajó una faena basada en la cercanía, la firmeza y, sobre todo, en la valentía. Otra oreja paseó del segundo de su lote, un animal más manejable que el primero al que Perera firmó una labor muy interesante con muletazos pulcros y profundos por ambos pitones.

Otra oreja paseó Manuel Díaz El Cordobés del cuarto de la tarde, al que cuajó una faena plena de templanza y ligazón, llevando al animal, que se prestó, embebido en la muleta y consiguiendo tres importantes tandas por la mano izquierda en el centro del ruedo. El primero de su lote se apagó pronto y llegó a echarse justo antes de que el torero entrase a matar.

Por último, Javier Conde mostró su peculiar concepto al público palentino. En el primero escuchó un aviso y su labor fue silenciada. Más importancia tuvo el trasteo que consiguió orquestar al segundo de su lote, del que habría paseado al menos un trofeo de no ser por su fallo a espadas.

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