Un toro suelto de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro ha protagonizado este viernes un encierro muy largo y peligroso en la tercera carrera de los Sanfermines. El animal se ha quedado descolgado del resto de sus hermanos en la cuesta de Santo Domingo y ha tardado seis minutos y 22 segundos en entrar en los chiqueros de la plaza.
El tercer encierro ha dejado este viernes un herido por asta, el tercero en lo que va de las fiestas. En concreto, se trata de un corredor de Birmingham (Inglaterra) que presenta una cornada en el muslo y que ha sido atendido en el tramo de Espoz y Mina. Se encuentra en el Hospital Virgen del Camino.
Además, otras dos personas más han tenido que ser trasladadas al Hospital de Navarra. Una presenta traumatismo craneoencefálico y pérdida de conciencia y ha sido trasladada desde Mercaderes. La otra persona ha sufrido un traumatismo costal en la zona del Ayuntamiento, según los datos que facilitados a los medios de comunicación en el Complejo Hospitalario de Navarra.
El toro suelto ha obligado a los pastores y a los mozos a esforzarse al máximo para poder guiarlo hasta la plaza de toros. El burel se ha dado la vuelta constantemente poniendo en peligro a los corredores, ha protagonizado varias arrancadas peligrosas, ha embestido contra el vallado al final de la Estafeta y ha barrido el vallado en la parte derecha de Telefónica. Finalmente, tras resbalar en varias ocasiones, ha llegado a la plaza de toros, donde ha sido recogido por los dobladores para ser guiado hasta los corrales.
El tercer encierro de los Sanfermines ha comenzado a las 8 en punto de la mañana tras el lanzamiento del tradicional cohete. La manada ha tardado unos cinco segundos en salir de los corrales de Santo Domingo y los cabestros han encabezado el grupo prácticamente durante toda la cuesta.
Mediado este tramo, el toro protagonista de la carrera ha resbalado y se ha descolgado, mientras el resto han seguido su camino. La manada ha arrollado a dos mozos más adelante, uno en el tramo de Mercaderes y otro en la salida de la curva.
Ya en la calle Estafeta, el grupo se ha ido estirando y rompiendo y ha permitido a los mozos coger asta para protagonizar una carrera delante de los toros. Los cinco hermanos y los cabestros han tardado apenas dos minutos en llegar a los chiqueros.
Detrás se ha quedado el toro negro, que estaba prácticamente parado en la Estafeta y no atendría a las llamadas de lo corredores con periódico en mano. El animal se distraía constantemente y le costaba arrancar. Al final de la Estafeta, ha embestido contra el vallado a su derecha protagonizando momentos de tensión y ha tenido que ser sujetado por la cola por varios mozos para poder ponerlo de nuevo en marcha.
