El presidente del Club Cocherito de Bilbao, Leopoldo Sánchez Gil, expresó hoy en el «Fórum Europa. Tribuna Euskadi» su preocupación por el momento que atraviesa la fiesta de los toros, que «está siendo cuestionada más que nunca». «La fiesta vive un momento crítico. O camina hacia su desaparición o sale fortalecida», opinó.
A pesar de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, Sánchez Gil no cree que pueda suceder lo mismo en el País Vasco: «No percibo el contagio aquí y estoy convencido de que la fiesta va a salir reforzada en todo el resto de España».
Durante su intervención en el citado encuentro informativo, organizado en Bilbao por Nueva Economía Fórum, Sánchez pidió respeto para el que piensa diferente, pero también para las opiniones del aficionado y las suyas propias.
Además, calificó de «ecologismo de ciudad» la posición de algunos antitaurinos que defienden a los animales cuando en realidad los desconocen totalmente, un ecologismo que a su juicio hace mucho daño.
Sobre la iniciativa popular de Cataluña, Sánchez Gil se lamentó de que «el que ha ayudado a que saliese adelante sea un ex aficionado a la fiesta, su presidente».
CORREBOUS
Asimismo, lamentó que «con el mismo argumento que se censuran los toros se defiendan los correbous en el delta del Ebro», lo que consideró «una tremenda contradición».
En definitiva, opinó que son razones políticas las que están detrás. Recordó que en «los correbous se maltrata» a los toros, y el animal «sufre mucho más que en la corrida de toros, aunque no se le mate».
El presidente del Club Cocherito se mostró convencido de que «va a haber una reacción y fortalecimiento de la fiesta de los toros en los lugares donde los toros gozan de buena salud, que es en el resto de España».
Igualmente, reconoció «tener nostalgia» de tiempos mejores y recordó que la plaza de Barcelona era la plaza de temporada más importante de España.
En este sentido, Sánchez Gil lamentó que una mala gestión, «con espectáculos de mala calidad y creyendo que sólo era algo para turistas, haya apartado a la masa social de este espectáculo».
Para el presidente del club taurino Cocherito, «existen factores externos que no ayudan a que los toros vivan su momento más esplendoroso», entre ellos la diversidad de la oferta de ocio. «Hace 50 años sólo había dos divertimentos, el fútbol y los toros. Ahora la gente joven tiene como iconos a figuras de otros deportes, como el tenis, la fórmula-1, el baloncesto, etc.», además de la oferta televisiva, «con más de cien canales». Además, cree que otro de los factores es la desaparición de «los maletillas», aunque reconoce la labor de las escuelas taurinas. Para Sánchez Gil, los maletillas, «como carecían de formación, tenían una personalidad absolutamente distinta el uno del otro, y eso se traducía luego en la manera de expresarse en la tauromaquia». «Las escuelas permiten expresarse, pero uniformizan el comportamiento de los toreros en la plaza; ha perdido un poco de personalidad».
También se lamentó de que los empresarios taurinos «no reinvierten los beneficios que han ganado y juegan al cortoplacismo».
