El sexto encierro de los sanfermines 2011, protagonizado por toros de la ganadería de Victoriano del Río, ha resultado el más rápido de los transcurridos hasta ahora y ha dejado a su paso al menos dos heridos por asta de toro.
La ganadería madrileña, que debutó el pasado año en la Feria del Toro de Pamplona con un encierro tan veloz como el de hoy, que ha sumado 2 minutos y 15 segundos con la torada en las calles, ha concitado a menos corredores que en días anteriores.
Tras los tres cánticos de rigor para pedir protección al santo bajo su hornacina y puntuales con las campanadas de las 8:00 horas, los toros han partido desde los corrales de Santo Domingo muy hermanados y con los cabestros en cabeza.
Ya desde este primer momento los de Victoriano Martín han imprimido un gran ritmo que ha propiciado que, aunque agrupados, la manada comenzara a estirarse y permitiera que los toros miraran hacia el lado izquierdo y derrotaran hacia los corredores.
En los últimos metros de la cuesta, donde se ha registrado una de las cornadas, un burel ha destacado por su velocidad y ha barrido por la parte derecha, creando momentos de mucho peligro, y de esta manera ha cruzado la plaza consistorial, seguido a pocos metros de sus hermanos.
Así han atravesado los toros el tramo de Mercaderes, donde han ganado en velocidad a los mozos y han dejado el segundo herido por asta entre quienes intentaban correr ante ellos, hasta que al llegar a la curva con Estafeta, el primero de los bravos ha resbalado y caído contra el adoquín, momento en el que tres de sus hermanos le han alcanzado.
La longitud de la Estafeta y la manada dividida en dos grupos, con cuatro toros en cabeza y el resto con los mansos detrás, ha permitido que muchos de los corredores encontraran hueco ante la astas, aunque han tenido problemas para seguir el veloz ritmo de los morlacos.
Ya en Telefónica tres de los de Victoriano del Río han tomado la iniciativa y, con varios derrotes hacia su derecha, han causado algunos de los momentos de mayor tensión de la carrera, que en este tramo ha reducido algo su ritmo.
Tras superar el callejón, en el que varios mozos han caído y uno ha quedado tendido en el suelo y ha sido pisoteado por estos primeros toros, los bravos han entrado en el coso, donde han amagado con iniciar una vuelta al ruedo, aunque la llegada de sus hermanos por detrás y el capote de los dobladores ha conseguido que en pocos segundos todos entraran juntos por la puerta de chiqueros.
