El séptimo y penúltimo encierro de los sanfermines, corrido por toros de la ganadería salmantina de «El Pilar en dos minutos y quince segundos, ha resultado el más rápido de las fiestas y uno de los más peligrosos.
Un toro castaño claro, de nombre «Resistón», se ha adelantado a la manada al final del primer tramo, el de la Cuesta de Santo Domingo, y ha completado en solitario un recorrido en el que ha dejado tras de sí en el suelo a numerosos corredores, a quienes arrollaba al superarles en velocidad.
Los toros procedentes de Tamales (Salamanca) han salido de los corrales a las ocho en punto agrupados y encabezados por un manso que, sin embargo, pocos metros después, ha sido rebasado por un astado negro que ha guiado a sus hermanos sin mayores problemas por este tramo.
A la plaza del Ayuntamiento ha llegado la manada un poco más estirada y encabezada por dos toros, empezando entonces a acelerar el ritmo de la carrera, que ha salvado sin incidencias el vallado de la curva que da acceso a Estafeta.
Al principio de esta calle ha sido cuando «Resistón» se ha puesto en cabeza y ha emprendido en solitario una carrera tan veloz que ha impedido a los mozos seguir su ritmo, ya que el que ha logrado acercarse a sus astas ha acabado en el suelo.
De manera similar ha pasado por Telefónica y el callejón, entrando en menos de dos minutos en la arena, donde se ha entretenido y ha tenido que ser llevado por los dobladores a punta de capote hasta los chiqueros, donde, poco antes de entrar, ha sido alcanzado por sus hermanos.
Al final de la carrera, según las primeras informaciones de los servicios sanitarios, al menos siete corredores han sido trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra con diversos golpes y contusiones, aunque al parecer ninguno de ellos en estado «grave».
