Los toros de Juan Pedro Domecq han protagonizado este 13 de julio de 2012 un peligroso y accidentado encierro en el penúltimo de los Sanfermines, en el que han tardado 2:23 en llegar a la plaza.
En su regreso a las calles de Pamplona, que no pisaban desde el años 2005, los Domecq han dejado varios contusionados como consecuencia de los atropellos que han provocado en su veloz carrera desde la salida de los corrales de Santo Domingo, donde rápidamente dos toros negros se destacaron de sus hermanos.
Aunque muchos mozos pudieron buscarse el hueco para colocarse en la cara de los astados, la fuerza de los toros arrolló a todo aquel que perdía el paso aunque, por fortuna, en ningún momento hicieron por embestir, permitiendo emocionantes y arriesgadas carreras.
La excepción fue un toro color melocotón, que desde el inicio del encierro lanzó derrotes contra la muchedumbre que se agolpaba en el vallado, provocando numerosos golpes aunque no llegó a cornear a ningún mozo.
Uno de los momentos de mayor peligro se vivió en la entrada al callejón, donde un mozo fue arrollado junto a la valla por uno de los dos toros negros que se destacaron de la manada y que fueron los primeros en pisar la plaza.
Al final, el parte médico deja cinco corredores contusionados de diversa consideración, uno de ellos con un pisotón en la cara por parte de un astado, todos ellos trasladados a los hospitales de Pamplona.
Mañana sábado se correrá el último encierro de los Sanfermines, con toros de la ganadería sevillana de Torrehandilla en el que será su debut en las calles de Pamplona.