Dicen que lo bueno siempre hay que dejarlo para el final y en el caso del Sunergy and Friends ciertamente que así sucedió. No fueron los últimos de la prueba a Ciudad del Cabo y llevarse los puntos por ser quintos. La historia del Sunergy and Friends ha sido la mejor de la regata hasta el momento.
El cuento comienza con un equipo que funciona con dinero, le deniegan la entrada en puerto porque el Rey de España estaba en el pantalán, entonces encuentra un patrocinador 24 horas antes de la salida. Cambian el nombre. Encuentra nueva tripulación y trabajan toda la noche para que el barco pase las mediciones y finalmente, comenzó la regata y cambiaron de nombre otra vez.
En su primera noche en el mar, el Sunergy and Friendo ya tenían suficiente material para hacer una película de Hollywood pero cortesía de Campbell Field, su escriba en el lugar del navegante, su tiempo mar adentro sonaba ya a aventura épica. El título de mejor navegante corresponde al que tiene la batuta, o la pluma si lo prefiere, está siendo pasado a manos más seguras.
Las misivas de Campbell fueron archivadas y dirigidas a los lectores que diariamente seguían la aventura del Sunergy desde Vigo hasta Ciudad del Cabo. A lo largo de la travesía, el ha contado la vivencia de una tripulación en navegación oceánica.
Aprendimos de todo al estar en la cola de la flota, desde las frustraciones de los vientos ligeros, a la monotonía de estar a 1000 millas detrás de los líderes, a la picaresca de la gente para evitar el peaje ecuatoriano del Rey Neptuno. Días después, Campbell nos informaba que habían sacrificado las entradas de Mark Fullerton´s a los dioses del viento como castigo. Revelando su nuevo cuero cabelludo, Mark dijo: “Han sido clementes conmigo hasta ese punto (el Ecuador), pero nos comimos los doldrums, navegamos en la brisa y decidieron que por cada nudo de brisa que aumentásemos, cualquiera podría cortar un pedacito de mi pelo. Por cada nudo de velocidad de viento, ellos alejarían la tijera y así podría me podría crecer un pelín”.
Con todo esto son justos los cuentos que contaríamos, “El resto no lo podríamos imprimir” reveló Campbell que se veía un poco más delgado y algo más melenudo.
Qué podía decir, sin embargo, él no seguirá navegando el resto de la regata debido a las deudas de anteriores compromisos. “Lo hago por mi aunque me lo he pasado muy bien”. Los últimos días hemos ido navegando por encima de los 30 nudos, entiendes por qué hacemos esto. Estos barcos son tan rápidos que llegas a amarlos. Si no fuese por los compromisos que acordé ocho o nueve meses atrás, me encantaría seguir en él pero es lo que hay ahora para mi.
“Escribir es un entretenimiento divertido. Cuando estás abordo y no estás compitiendo tienes que encontrar cosas que hacer y así nos lleva un tiempo pensar sobre qué poner en las historias”
Pero no todo era diversión y nostalgia. En esta prueba, durante cinco días para el buen barco Sunergy and Friendo, los gemelos que “todo lo conquistan” de los ABN AMRO han permitido que el barco australiano tuviese una fácil travesía.
Los primeros días se daña la botavara, nunca es buena señal, particularmente cuando tienes que encontrar un puerto el cual reparar el problema. “Esto fue un poco doloroso” dijo Grant Wharingnton, el rey de lo surrealista. Pero 15 horas en Porto Santo (Archipiélago de Madeira) – ni un Fórmula 1 haría un pit-stop en esas condiciones, aunque si hablase con Bouwe Bekking o Paul Cayard probablemente te convencerían de que estás en un error- y estaríamos fuera de nuevo.
[…]
Traducido por Borja Pérez de Lis Valverde de la página oficial de la Volvo Ocean Race.
