Si alguno de ustedes pensaba que el Movistar estaba apagado o fuera de cobertura en este momento, se equivocaron, pues este barco es la leche, un avión!! pues las últimas 72 horas que le he ido siguiendo la corredera, ha mantenido una media de 22 nudos lo que le ha permitido alcanzar a su rival más próximo, el Piratas del Caribe de Paul Cayard. Lo que no deja de ser extraño que teniendo casi el mismo viento real, uno ande más que el otro y siendo ambos barcos de la factoría Farr.
Quizás sea una táctica del patrón estadounidense de conservar de una pieza el barco, amarrar puntos y recuperarlos en las regatas costeras y en oceános más llevaderos que el Índico frente a la decisión de ir a por todas de Bouwe Beckking para endulzar su error de táctica de los primeros días navegando hacia el Este en lugar del Sur para alcanzar antes los vientos del Oeste.
Muchas teorías y cábalas me vienen a la cabeza pero todavía quedan 2200 millas por delante que a la velocidad que van, llegarán en 8-9 días a Melbourne (Australia) pasando primero por el waypoint de la Organización de la VOR situado en la Isla Eclipse, en el Mar de Tasmania.
La situación en este momento, sigue lider el ABN AMRO 1 de Mike Sanderson, seguido a 200 millas, su gemelo el ABN AMRO 2 de Sebastien Josse, tercero a 5 horas, MOVISTAR de Bouwe Beckking, cuarto el Piratas del Caribe de Paul Cayard, 800 millas por la popa está quinto el ING REAL STATE BRUNEL (anteriormente Sunergy and Friends) de Grant Wharigthon y cerrando la clasificación el Brasil 1 de Torben Grael que reparó a tiempo el barco para poder seguir regateando y conseguir unos puntos vitales en la clasificación.
Torben Grael hará como Gran Wharigton en la primera prueba oceánica cuando tuvo que parar en el Archipiélago de Madeira (Portugal, Atlántico Norte) para reparar el pinzote de la botavara y luego prosiguió para terminar y puntuar. Torben recorrerá lo que queda de prueba sin necesidad de forzar ni barco ni tripulación. Sabiendo que es una regata global y habiendo más pruebas puntuables sería un suicidio, deportivamente hablando, forzar resultados donde ya es imposible.
