El legendario ex tenista Bjorn Borg ha pesuto a la venta los cinco trofeos que ganó en Wimbledon entre 1976 y 1980. El sueco, quien se retiró del tenis a los 26 años, acumuló durante su carrera deportiva una fortuna estimada en US$70 millones. Ahora está en la ruina.
Desde el día en el que abandonó las canchas, en 1982, debió afrontar dos divorcios y una bancarrota que pusieron en jaque sus finanzas.
«No me resulta fácil desprenderme de mis trofeos, pero necesito seguridad financiera para mi futuro y el de los que me rodean», confesó Borg, de 49 años.
«Ya es hora de que estos premios pasen a manos de algún coleccionista interesado, o de alguna institución apropiada», agregó.
Además de las cinco réplicas en miniatura del trofeo original de Wimbledon, el sueco venderá dos de sus viejas raquetas de madera, incluida la que usó en la memorable final de 1980 en la que venció a John Mc Enroe.
La casa de subastas Bonhams anticipó que podrían recaudarse más de US$350.000 por la venta de los objetos. Sin embargo, los especialistas en remates expresaron que el valor final es difícil de estimar, dado el carácter único de esta colección.
«Aunque se vendan los símbolos materiales de las victorias que logré, la certeza de que fui el campeón supremo del tenis por tanto tiempo me acompañará siempre», declaró Borg.
Durante su carrera, el tenista consiguió once títulos de Grand Slam. Su vida como hombre de negocios, sin embargo, fue mucho menos rutilante.
La compañía que lleva su nombre, Bjorn Borg Design Group, se declaró en quiebra, y el ex campeón se vio obligado a vender su propia casa para pagar parte de las deudas.
En los años noventa, Borg intentó varios regresos a las canchas, todos frustrados. Actualmente, el sueco se dedica a entrenar jóvenes tenistas en Estocolmo, y a dirigir su propia marca de indumentaria y calzado.
