José Rosado (Periodista Digital).- París ha sido el escenario de algunos de los acontecimientos más importantes de la Historia. Esta noche, la capital francesa revivirá esos momentos para acoger la final de la Liga de Campeones que disputan el Barcelona y el Arsenal. Oportunidad histórica para que el equipo catalán recupere su lugar entre los mejores del mundo.
Hace 14 años, un equipo liderado por el holandés Johan Cruyff conquistaba la primera Copa de Europa para el Barcelona. Hoy, otro holandés, Frank Rijkaard, tiene la posibilidad de rememorar la historia si son capaces de vencer al Arsenal de Arsène Wenger.
A diferencia del equipo de Cruyff, este Barcelona tiene todas las papeletas para ser campeón; es un equipo joven pero con ganas de demostrar su categoría y tiene en plantilla al mejor jugador del mundo: Ronaldinho. Además, este Barça ha eliminado a los equipos más potentes de Europa en las fases anteriores a la final, como al Chelsea, en octavos, y al Milan, en semifinales.
El equipo de Rijkaard saldrá con su equipo titular, salvo por los casos del recién incorporado Xavi Hernández a quien sustituirá sorprendentemente el holandés van Bommel, ya que hasta ahora había estado cubriendo el puesto del canterano Iniesta, y de Messi, todavía lesionado por lo que ocupará su lugar el francés Ludovic Giuly, héroe de la semifinal tras marcar el gol de la victoria frente al Milan.
Salvo sorpresa de última hora, Rijkaard alineará a Víctor Valdés en la portería; Puyol y Márquez de centrales; Van Bronckhorst y Oleguer como laterales; Van Bommel, Edmilson y Deco dirigirán en centro del campo, mientras que Eto’o, Ronaldinho y Giuly serán las bazas de ataque, a no ser que Messi llegue a última hora.
Frente al Barcelona estará un Arsenal que quiere añadir por primera vez este trofeo a sus vitrinas; este equipo, diseñado de arriba a abajo por su técnico Arsène Wenger, ha llegado a la final tras eliminar a Madrid y Juventud. También hay que añadirle el mérito de su portero, Lehman, de ser el menos goleado en esta competición.
No hay que olvidar a Henry, un jugador tan decisivo como Ronaldinho, capaz de darle la vuelta a un partido con dos jugadas puntuales. Wenger cuenta además con un equipo compacto y bien equilibrado; en defensa, la experiencia y calidad de Campbell se complementa muy bien con la fuerza de Touré, al igual que con Eboué y Ashley Cole, laterales con gran recorrido.
En el centro del campo, el verdadero poder el Arsenal se encuentra en los mediocentros Gilberto Silva y el español Cesc Fábregas, quienes surten de balones a los extremos y donde radica la clave del juego del equipo inglés: la rapidez de sus bandas y la llegada de Henry y Hleb.
Para la final de esta noche Wegner se ha decantado por Ljunberg y Pires, en sustitución de Reyes, para ocupar las bandas, mientras que el bielorruso Hleb jugará de mediapunta por detrás de Henry, lo que le permite grandes posibilidades de llegada. En la delantera, es indiscutible la titularidad de un Henry que seguramente no continúe el próximo año en el Arsenal y quiere despedirse de la afición de Londres ganando la Liga de Campeones.
Alineaciones probables:
Barcelona: Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez, Van Bronckhorst; Edmilson, Deco, Iniesta; Giuly, Ronaldinho y Eto’o.
Arsenal: Lehman; Eboué, Touré, Campbell, Ashley Cole; Gilberto Silva; Hleb, Cesc, Ljunberg, Pires; y Henry.
Arbitro: Terje Hauge (NOR).
