José Rosado.- El fútbol italiano está viviendo una de las crisis más graves de su historia. El escándalo que puede llevarse a la Juventus a la segunda división italiana se está extendiendo y ya hay varios equipos involucrados que pueden seguir su camino; incluso desde la UEFA se ha llegado a especular con un campeonato europeo sin representantes italianos.
“No esperaba encontrarme con una situación tan grave. Pensé que estaba mucho más circunscrita”, estas eran las palabras de Guido Rossi, presidente de la Federación Italiana de Fútbol después de comprobar hasta dónde llega el escándalo en fútbol.
Cada día, los fiscales aportan nuevos datos acerca de la manipulación en la designación de árbitros, los arreglos de resultados, las apuestas clandestinas y el fraude contable. El fútbol italiano se está convirtiendo en un manual de ilegalidades en el mundo del deporte y ya empiezan a ser demasiados los equipos involucrados.
La Federación italiana desposeerá a las Juventus de sus dos últimos títulos ligueros, pero puede ampliarse a otros ámbitos; desde la UEFA, su secretario general, Lars Christen Olsson, ha advertido que no hay que descartar unas competiciones europeas “sin equipos italianos”.
Moggi, el «padrino del Calcio»
Y es que nadie podía imaginar en Italia las proporciones que alcanzaría este escándalo después de que la prensa comenzase a publicar los extractos de unas conversaciones entre el máximo dirigente de la Juventus, Luciano Moggi, con diferentes responsables arbitrales.
Tras las investigaciones de la fiscalía, se comprobó como Moggi había contactado con diferentes encargados de las designaciones arbitrales a los que realizaba peticiones y gracias a los cuales conocía los árbitros de los encuentros de la Juventus.
Como fichas de dominó, estas ilegalidades fueron destapando otras; así, la fiscalía descubrió otras irregularidades en la empresa de representación de futbolistas, Gea World, cuya presidencia ostentaba el propio hijo de Moggi.
Esta empresa gestionaba los derechos de varios futbolistas de la Serie A italiana; además, uno de los miembros de Gea World era la hija del presidente de un importante banco italiano. Este banco controlaba las deudas de diferentes clubes por lo que Moggi, cuando estaba interesado en algún jugador, sólo tenía que utilizar a su contacto en Gea World para presionar al equipo.
Pero las irregularidades en esta empresa no acaban ahí. Las fiscalías de Parma y Roma abrieron una investigación para intentar esclarecer un asunto de apuestas ilegales que ha llegado incluso a sacar al portero de la selección, Gianluigi Buffon, de la concentración de su equipo para prestar declaración.
Asimismo, se descubrieron ciertas irregularidades en las cuentas de estas empresas en los contratos de algunos futbolistas.
La ilegalidad desborda a la fiscalía
Las conversiones de Moggi alcanzaban todos los estamentos futbolísticos hasta el punto que el entonces presidente de la Federación, Franco Carraro, se vio forzado a presentar su dimisión después de que el diario La Repubblica sacara a la luz los contactos entre Carraro y Moggi.
Carraro fue sustituido por Rossi, quien tuvo encargar la investigación a Francesco Borrelli, dado que su antecesor, Italo Pappa, se vio superado por las circunstancias; Borrelli, ex fiscal de Milán y uno de los impulsores de los procesos anticorrupción conocidos como Manos Limpias.
La Juventus está abocada a la segunda división italiana, algo que ya nadie duda, pero esta marea de ilegalidades puede arrastrar a otros clubes del Calcio. El primero en verse involucrado fue el Milan después de que la prensa airease el administrador delegado y vicepresidente de este equipo, Adriano Galliani, conocía cómo obtener designaciones arbitrales favorables.
La implicación del equipo rossonero fue aprovechada por los abogados de Moggi para alegar que la Juventus se ‘protegía’ del Milan: “Moggi siempre se movió para preservar a la Juventus de los centros de poder importantes como el del Milan, que tiene las televisiones y por tanto la posibilidad de tratar y comprar los derechos de televisión de los clubes”.
Aunque todavía no se ha anunciado oficialmente, es casi seguro que la Juventus descienda a, por lo menos, la Serie B; mientras que el Milan puede recibir simplemente una multa. No obstante, las investigaciones acerca de las designaciones ilegales de árbitros e irregularidades en sus acciones también han comprometido al Lazio y a la Florentina, por lo que no habría que descartar otros descensos.
