Lleyton Hewitt intentará este lunes tener el éxito que los 56 anteriores rivales de Rafael Nadal no han logrado: vencer al español.
El australiano se medirá al zurdo de Manacor en la cuarta ronda del Abierto de Francia y a diferencia de la mayoría de los últimos contrincantes de Nadal, Hewitt alberga esperanzas realistas de doblegar al musculoso mallorquín.
El ex número uno del mundo ha vencido a Nadal en sus tres previos encuentros pero, como se apresuró a aclarar el actual campeón, ninguno de esos partidos fue sobre tierra batida.
«Esta es una superficie diferente, eso es lo primero», dijo Nadal, que cumplió 20 años el sábado.
«Pero es seguro que voy a tener un partido difícil y lo sé perfectamente».
Hewitt también es consciente de que los resultados anteriores no sirven de nada ante la evolución del juego de Nadal desde su último encuentro en el Abierto de Australia en 2005.
En los últimos catorce meses, Nadal ha cosechado nueve títulos consecutivos sobre tierra batida mientras que Hewitt apenas ha jugado sobre la arcilla roja a causa de las lesiones.
«Es un juego de pelota totalmente diferente», dijo Hewitt.
«Hemos tenido partidos muy duros cada vez que nos hemos enfrentado sobre pista dura. Es un jugador extremadamente fuerte en este momento, especialmente sobre esta superficie, como todo el mundo sabe bien».
«Así que es problema mío el salir ahí fuera y hacer lo que quiero hacer. Tengo que hacerlo extremadamente bien. Y sabemos que no da a sus rivales muchas oportunidades».
EL DRAMA DEL PLATANO
Hewitt también espera que el esfuerzo que hizo Nadal el sábado, cuando necesitó casi cinco horas para derrotar al francés Paul-Henri Mathieu, le pase factura.
Nadal, que se llevó un susto cuando se atragantó con un trozo de plátano en los últimos juegos del tercer set, admitió que en el torneo de este año estaba sintiendo mucho más la presión.
«El primer año que uno juega, estás sumamente fresco», dijo Nadal, que no ha perdido en Roland Garros desde que ganó el título en su debut hace un año.
«Creo que el primer año siempre es más fácil. Si pierdes un partido, obviamente te decepciona».
«Pero es mucho peor cuando tienes que consolidar tu posición en la cima».
«Es verdad que el pasado año estuve tenso algunas veces. Pero el hecho de que fuera mi primer año supuso menos presión para mí».
«Este año estoy jugando diferente. Estoy menos liberado».
