Michel: «El Real Madrid debe volver a ser un equipo que haga estrellas y no traerlas ya hechas»

(PD/Agencias).- Regresa diez años después, cuando el Real Madrid desea encontrar la idiosincrasia que le hizo el mejor club del siglo XX y que perdió en los últimos tiempos. Una forma de trabajar, un sentimiento, «un compromiso», que él vivió desde 1976. Según cuenta Tomás González-Martín en ABC, su meta es recuperar esa bandera.

-¿Diez años para volver? ¿Por qué?
-Porque cuando uno se marcha como jugador hay que esperar el momento. No me gusta llegar a los sitios por mi nombre. Hay que demostrar una capacidad. Entrar a la fuerza se convierte en un desencanto. Ya tuve la oportunidad de volver hace dos años. A través de Butragueño mantuve unas conversaciones con el club, pero no estaba muy claro cuales eran mis responsabilidades y preferí esperar.

-Responsable de la cantera y entrenador del Castilla. ¿Sus equipos deberán jugar como lo haga Capello?
-Fabio no va a pedir eso. El prototipo de jugador que Capello quiera tener en la primera plantilla no tiene nada que ver con un proyecto a largo plazo de formación de jugadores. No puede cambiar con cada entrenador. Fabio sabe qué futbolista necesita y sabe qué jugadores entendemos nosotros que valen para el Real Madrid. Buscamos el perfil que requiere este club.

-¿Su misión es recuperar ese perfil, ese estilo, que se ha perdido?
-Uno de ellos. Mi objetivo es combinar los valores de siempre del Real Madrid con los tiempos que vivimos. Hacer ruido para que el entrenador del primer equipo ascienda a jóvenes del filial. Mi meta es trabajar con personas -San José, Jaro, Gallego, Mandía, Miguel Ángel-, que conocen esta casa, su ideales y sus valores de trabajo.

-Los olvidados. Dígamelos.
-Respeto, carácter ganador, actitud, humildad, compromiso con la camiseta y, por supuesto, calidad. En la historia del Real Madrid, el setenta por ciento de los veinte futbolistas que más han vestido esta camiseta han salido de la cantera. Y si se fija en los diez internacionales más importantes de la selección española, también hay varios miembros de esta cantera. Aquí se aporta un valor añadido, es el compromiso con estos colores. Queremos formar chavales que quieran jugar en el Real Madrid, no firmar un contrato y ganar dinero con el Real Madrid.

-La falta de humildad, la prepotencia en decir que somos los mejores, ¿ha sido lo peor de los últimos años?
-Ha sido una de las cuestiones. La grandeza del Real Madrid se basó en la humildad y no puedes decir siempre que eres el mejor porque eso no es cierto. Todo ello, unido a los mal llamados galácticos, ha provocado una oleada de odio en algunas partes de España, mientras el club era más admirado en el extranjero. Pienso que interesa más ser querido en nuestro país. Además, la parcela deportiva perdió su consistencia y toda la grandeza se vino abajo. Los últimos tres años no han sido normales. Hoy me decían que entre director deportivos y entrenadores han pasado diez cargos en los últimos años. Es un exceso. Cambiar de métodos constantemente provoca una convulsión constante.

-Y tres presidentes en un año…
-Y tres elecciones presidenciales en seis años… Todo es excesivo. En el aspecto deportivo, no entiendo qué tiene que ver la línea de Valdano, con la de Sacchi, Butragueño o Floro.

-¿Atrasar las elecciones hasta el 2 de julio qué sentido tenía? ¿Se buscaba que los socios no votaran para conseguir el continuismo?
-Retrasarlas cinco meses ha sido un gran perjuicio. Porque el presidente (Florentino Pérez) dimitió en febrero. Estamos a mediados de julio y el club no ha podido realizar ni un fichaje, porque no había firma hasta hace una semana. Lo que han primado son intereses personales más que deportivos. Los que han llevado las elecciones a esta fecha, más que del Real Madrid, son de su propio club de fútbol personal. Ha sido otro exceso, porque se suscita inseguridad e inestabilidad.

-Y la imagen ha sido muy mala.
-Las cosas no han sido normales desde hace mucho tiempo. Lo que intentamos ahora es recuperar el camino y salir en los papeles por los éxitos deportivos, no por estas cosas.

-La autoridad también desapareció. Ronaldo es el último ejemplo. Ramón Calderón afirma que esa indisciplina se terminó.
-El mensaje del presidente siempre ha sido adecuado, Lo inadecuado puede ser que no logre mantenerlo. Hay que confiar en él. Si miras el decálogo de Florentino Pérez, se basaba en dejar trabajar a los entrenadores, en evitar un trato excesivo con los jugadores, en tener que pasar antes por la estructura deportiva antes de llegar a él. Luego, todo eso degeneró. No es un asunto de disciplina, sino de saber a quien dirigirte, de tener la suficiente autoridad y responsabilidad para solucionarlo. Si papá te quita la razón y mama te la da, ya sabes siempre donde acudir… Creo que los anteriores entrenadores tuvieron también un ideal de disciplina, pero les faltó un respaldo.

-Quizá no se debe tener un equipo con tantas figuras.
-Deportivamente, un once compensado solamente debe tener un par de estrellas y no siete u ocho, como el Real Madrid. Los equipos deben contar con un buen portero, un gran central, un magnífico centrocampista y un buen delantero. Y siempre tiene que haber otros cuatro jugadores que puedan ser cambiados. Si tienes once fijos… El Real Madrid debe volver a ser un equipo que convierta a los jugadores en estrellas, no que las estrellas vengan ya convertidas.

-Los últimos presidentes llenaron la plantilla de figuras.
-Porque se han inmiscuido en el trabajo de los entrenadores. Fue otro de los graves problemas. Los presidentes quieren saber más que los técnicos. Yo les preguntaría: ¿Dejarían que los entrenadores actuaran en sus empresas? Se han tomado esto como un juego.

-¿El Madrid podrá hacer equipo para ganar al Barcelona?
-Espero que sí. Hemos ido a remolque del Barcelona durante dos años porque ellos lo han hecho bien, hay que reconocerlo, y ahora tenemos que ir a por él.

-¿El «Zidanes y Pavones» fue un cuento? ¿La cantera no rindió porque no se dejó trabajar?
-No tengo elementos de juicio. Si miramos únicamente los resultados, no han sido demasiados halagüeños. La cantera es como los jubilados en las elecciones, que todos señalan su importancia y luego se olvidan de ella. En la cantera siempre hubo buenos futbolistas, pero hasta que no llegó un entrenador que confió en ella salieron pocos jugadores. La última gran hornada fue la quinta del Buitre y ahí estaba Amancio de entrenador, y antes estuvo Di Stéfano, que era de la casa. La clave es aplicar una jerarquía de trabajo, que cada uno sepa qué debe hacer y que nadie se inmiscuya en su labor.

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