Mal se han puesto las cosas para el presidente del Real Madrid después de que la Junta Electoral haya dado la razón a Villar Mir considerando “provisional” el nombramiento de Ramón Calderón. Ahora queda esperar la decisión de la justicia en lo referente al voto por correo, que no contabilizó en las elecciones por decisión judicial al entender que podía haber fraude en los escaños.
Apenas ha aterrizado Ramón Calderón en la Casa Blanca y las críticas han superado ya a los deseos de bien para el nuevo presidente; si su victoria en los comicios se vio empañada por el ‘secuestro’ de los votos por correo, en el plano deportivo poco le duró la esperanza de contratar a las estrellas anunciadas durante la campaña ya que, uno por uno, fueron negando las posibilidad de recalar en el club madrileño.
Con las tres principales promesas electorales muy lejos del equipo, la Junta del Real Madrid le ha puesto las cosas un poco más difíciles a Calderón al considerar su nuevo cargo como presidente de modo “provisional”.
No obstante, la Junta ha matizado que “el adjetivo ‘provisional’ ni quita ni añade nada al estado de cosas existentes, dado que, como bien sabido, el resultado electoral del 2 de julio de 2006 está pendiente de la resolución de los procedimientos judiciales en curso en los que, por cierto, Villar Mir no ha sido tenido por parte definitivamente”.
Lo más sorprendente es que, después de un apretado resultado en las elecciones donde Calderón obtuvo la victoria con una diferencia de apenas 300 votos sobre la candidatura de Juan Palacios, haya sido Villar Mir, quien fue tercero a casi dos mil votos de diferencia, el principal interesado en que se contabilizaran los votos por correo que ascienden, según la Junta, a 10.500.
Da la sensación, por el considerable interés de Villar Mir en que se cuenten estos votos -incluso después de que Palacios anunciara que acataba los resultados-, que la candidatura del ex ministro de Hacienda tiene un conocimiento amplio de lo que puede pasar si se contabilizaran los votos por correo.
Algo parecido a lo que sucedió hace seis años cuando Florentino Pérez ganó las elecciones contra todo pronóstico ante Lorenzo Sanz, poco después de haber ganado la octava Copa de Europa. Pérez consiguió que se contabilizaran los votos por correo, escaños que al final dieron la victoria al empresario.
