Tiger Woods amenaza con su duodécimo ‘grande’

Si en el último British Tiger Woods demostró estar un paso por delante del resto de los mortales, en este PGA de Medinah su dominio se está haciendo aún más evidente. Después de dos jornadas bastante decentes (69 y 68) en las que necesitó tirar de oficio para sacar adelante los resultados, ayer jugó como los ángeles para igualar el récord del campo de Medinah (65) y dejar su impronta ante los rivales.

Jugó con una perfección soñada (ocho «birdies» por un solo fallo) y les demostró a todos por qué es el número uno mundial.

El californiano es el campeón defensor en este recorrido (ganó en 1999) y cuenta con una gran ventaja moral sobre el inglés Luke Donald, con el que compartió el liderato (-14) y que será su compañero en el último partido dominical: en sus once «majors» anteriores ha salido desde lo más alto y nunca ha perdido esa ventaja. El puesto duodécimo lo tiene al alcance de la mano.

Por lo que respecta al británico, tiene ante sí una oportunidad única. Evidentemente, ganar su primer «grande» es un reto de lo más atractivo, pero hacerlo ante su público le facilita bastante las cosas. Estudió en una universidad de Chicago y le acompaña una marea de seguidores que gritan constantemente «Luke, Luke» para apoyarle.

Si consiguiera la hazaña del triunfo, sería el cuarto logrado por un golfista europeo, algo que no sucede desde el año 1930. Y por lo que se refiere a un torneo del «grand slam», sería el primero en siete años. Una sequía de triunfos que ya va siendo necesario terminar.

Pero el honor del Viejo Contiente no queda sólo en sus manos. Sergio García volvió a ser el de los mejores momentos y dejó claro que su primer «salmón» puede caer en cualquier momento. No verá a Tiger tan de cerca como en Liverpool, aunque desde cuatro golpes más atrás tampoco lo tiene imposible.

Ayer dibujó los tiros largos con tiralíneas y se dejó oportunidades de «birdie» en la mayoría de los hoyos, lo que le reportó seis golpes rebajados y otros tantos que se le quedaron por el camino. Lástima de un «bogey» en el 15 que le privó de una tarjeta inmaculada. Si repite hoy una vuelta igual de tranquila y trabajada, puede dar la sorpresa.
Quienes perdieron ya sus opciones fueron Chema Olazábal y Miguel Ángel Jiménez, ambos con cartulinas de 75 golpes. El vasco estuvo irregular toda la tarde y un doble «bogey» en el 17 dio al traste con su esfuerzo. Por lo que se refiere al andaluz, en los últimos siete hoyos firmó cuatro golpes de más (con otro doble en el 16 incluido) que dio al traste con las pocas ilusiones que le quedaban.

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