(PD/Agencias).- El Real Madrid se impuso al Anderlecht (2-1) en el Trofeo Bernabéu que suponía la presentación de los blancos ante su público. El equipo de Capello ofreció dos caras totalmente distintas en cada una de las mitades.
Si bien en la primera el Madrid ofreció una buena imagen, en la segunda el equipo blanco se desinfló y desapareció del terreno de juego. En el palco, el otro partido de la noche. Galliani negociando cara a cara con Mijatovic la contratación de Ronaldo.
El Madrid salió fuerte, rabioso, tras observar desde la envidia la espectacular semana que ofreció el Barça en sus partidos contra el Espanyol y el Bayern de Múnich. Con un estadio Bernabéu prácticamente lleno, los de Capello querían agradar en su trofeo desde el principio. Así, a los 30 segundos de partido, llegaría el primer centro de Beckham hacia Van Nistelrooy, buscando tiempos mejores en Manchester. La relación entre el centrocampista y el ariete promete.
Las intenciones de Capello se vieron desde el principio. El italiano presentó en Chamartín el 11 inicial que con toda probabilidad dispondrá en la temporada, con dos hombres en el mediocentro muy presentes. Jugó Emerson y debutó Diarra, en su segundo día en Madrid. Es como si hubiese ansiedad de ver a un jugador que debe cubrir un puesto vacante desde la marcha de Makalele en 2003. Diarra se dejó ver en cuanto pasaba el balón por el centro del campo, si bien más no se le puede exigir a un jugador que todavía no ha entrenado con sus compañeros.
Gustó Van Nistelrooy. El holandés fue el objetivo de los centrocampistas madridistas, y el ariete no defraudó tocando y rematando cualquier balón que llegaba a sus pies. Estuvo acompañado por un desafortunado Raúl, que erró una ocasión muy clara en el minuto 17, rematando alto de cabeza. Detrás de la pareja de delanteros, Capello situó al recuperado Cassano, que se erigió como el mejor jugador en la primera parte. El italiano demostró la calidad que atesoraba en sus años romanos, cuando también estaba a las manos del ahora técnico madridista.
Doblete de Van Nistelrooy
En el minuto 20 llegaría el primero de los goles del partido. Una combinación perfecta al primer toque entre los tres atacantes madridistas, Raúl, Cassano y Van Nistelrooy, terminaría con el remate del holandés que hacía su primer gol en el Bernabéu.
No se terminaría en el gol la actuación de la nueva estrella madridista. En el minuto 33, un buen pase picado con la izquierda de Míchel Salgado, lo recibiría Van Nistelrooy par rematar con un sutil toque despistando al portero. 2-0 y el Madrid agradando.
El Anderlecht, por su parte, pasaría totalmente desapercibido en la primera parte. Cannavaro, muy rápido, y los mediocentros madridistas, cortaron el escaso juego ofredido opr los belgas. El partido llegaría al descanso con un Bernabéu más animado por lo visto en los primeros 45 minutos.
Una segunda parte para olvidar
Tras el descanso, llegarían los clásicos cambios de pretemporada. Entrarían Cicinho, Robinho, Woodgate y Diego López. Capello mantenía intacto a sus mediocentros Diarra y Emerson.
El partido dio un vuelco con los cambios introducidos. El Madrid perdió fuelle y, con el tiempo, el balón. El Anderlecht comenzaría a inquietar a los blancos y a un atento Diego López, protagonista en la última semana sobre las posibles dudas de Capello en cuanto a la portería madridista. En el minuto 31, se retiraría el protagonista de la noche, Diarra, que recibió la primera ovación del Bernabéu.
En los últimos 15 minutos del partido el Bernabéu repetiría lo que terminó siendo habitual en la temporada pasada. Por primera vez con Capello en el banquillo, llegarían los pitos al estadio madridista. La segunda parte fue un verdadero suplicio para los aficionados, que vieron como el animado equipo del comienzo se había volatilizado. Al final, el trofeo se quedó en casa y, con él, más dudas sobre este Madrid que no termina de despegar. Y mientras, en el palco, el otro partido. El dirigente milanista Galliani y el director general madridista Mijatovic, juntos, hablando, negociando por Ronaldo.
