(Agencias).- El presidente del Barcelona, Joan Laporta, afronta la temporada 2006-07 convencido de que su equipo está en disposición de ganar todas las competiciones en las que participa porque considera que el conjunto azulgrana, «hoy por hoy, no tiene límites».
A 24 horas de disputar el segundo trofeo oficial del curso, la Supercopa de Europa frente al Sevilla, el presidente barcelonista cree que el equipo entrenado por Frank Rijkaard «tiene corazón, cerebro y alma, unos valores muy concretos; compañerismo, una filosofía y un sistema de juego» que le invitan a marcar una época.
Este equipo, en cuanto a la calidad y el momento que vive, no tiene límites porque dispone de jugadores de gran calidad que han coincidido en un momento extraordinario de su carrera. Se ha sabido articular todas estas cualidades, futbolistas con experiencia, jóvenes de calidad, jugadores en plena madurez. Todo esto hace que el Barcelona, hoy por hoy, no tenga límite.
Especialmente motivado con los retos deportivos que afronta el Barcelona, Laporta menciona «los grandes equipos de la historia del fútbol» a la hora de trazar su opinión sobre el actual conjunto azulgrana. Al estilo «de los grandes equipos, que se han definido por mantener una filosofía concreta de entender el fútbol«, el dirigente alaba «la interpretación que ha llevado a cabo Frank Rijkaard, capaz de combinar el objetivo de ganar con el de jugar bien, y jugar limpio, para que la gente disfrute«.
Para Joan Laporta, pensar en un Barcelona campeón en las seis competiciones que tiene por delante (Supercopa de Europa, Copa Cataluña, Mundial de clubes, Liga, Champions y Copa del Rey) es un objetivo «realista«.
Tenemos que ser realistas y tener siempre los pies en el suelo, pero hoy en día el Barcelona es el club de referencia. En el terreno deportivo, es el equipo a batir. Son retos posibles y por lo tanto actuamos dentro del terreno de la realidad.
Desgranando los desafíos del Barcelona 2006-07, Laporta recuerda la victoria ante el Espanyol en la Supercopa de España, destaca que «el Barcelona tiene posibilidades reales de ganar la Supercopa de Europa aunque nos enfrentamos a un equipo complicado como el Sevilla» y pronostica que su equipo afrontará el Mundial de clubes de Japón «siendo uno de los favoritos, y probablemente nuestro máximo rival sea el Internacional de Porto Alegre«.
En la Liga española, con esta plantilla, hemos de luchar por ser campeones. En la Liga de Campeones, somos cabezas de serie y defenderemos el título. La Copa del Rey es nuestra asignatura pendiente. Se nos ha resistido, pero el equipo ha demostrado que está preparado para afrontar torneos de ko, la prueba es la última Champions.
Laporta justifica su optimismo en las sensaciones que le transmite el vestuario: «sé que los jugadores están muy motivados para hacer historia. Ganar todos los títulos sería algo histórico. Son jugadores con un gran espíritu de superación y con muchas ganas de ganar, algo propio de los hombres hechos de una pasta extraordinaria«.
Amparándose en tales argumentos, Laporta confía «en que el equipo siga esta progresión, que demuestre que es un bloque que juega de memoria, que sabe sufrir en el campo y que sabe en todo momento marcar el ritmo del partido. Y que además, es eficiente, porque cuando hay que hacer goles, los hace«, explica. Todo ello le lleva a recordar que el Barcelona «es de los pocos clubes que está en disposición de lograr el reto de ganar seis títulos en un año«.
Recién proclamado como presidente del Barcelona, Laporta encara su segundo mandato con las ilusiones renovadas, deseoso de cumplir «los retos apasionantes que se nos presentan«. Entre ellos,»mantener un equipo campeón, de grandes jugadores que por encima de todo son personas«.
Es importante mantener la estabilidad y la armonía del vestuario. Si logramos que los jugadores sigan siendo felices en el Barca y perciban el hecho diferencial de jugar en este equipo, mantendremos esta dinámica de éxitos deportivos.
Del césped a los despachos, Laporta insiste también en uno de los grandes ejes de su proyecto, la amplificación del Más que un club en todo el mundo.
«Queremos poner de manifiesto que el Barca es un club con alma, y eso nos lleva a participar en programas de ayuda a los niños enfermos, con necesidades de formación o que pasan hambre«, especialmente en el acuerdo que la entidad ha alcanzado con UNICEF y mediante el cual la camiseta del primer equipo de fútbol lucirá el emblema del organismo internacional.
Será algo histórico, del agrado de todos los barcelonistas. Nos posicionará como club humanitario y solidario por excelencia.
En los primeros días de su nuevo mandato, Laporta apuesta por mirar al futuro «y dejar el pasado para los historiadores y las hemerotecas, porque tanto el equipo como el club tienen mucho recorrido y muchos retos a fijarse y eso es lo que nos ocupa ahora«.
