Federer suma en Nueva York su noveno Grand Slam

El suizo Roger Federer, número uno del mundo, continuó con su marcha triunfal para conseguir el tercer título consecutivo del Abierto de Estados Unidos después de vencer en la final 6-2, 4-6, 7-5 y 6-1 al estadounidense Andy Roddick.

Federer, de 25 años, se convirtió en el primer jugador en la historia en conseguir revalidar por tercer año consecutivo los títulos de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, para ponerse al frente del mejor promedio de triunfos en los torneos de Grand en todos los tiempos.

Los nueve títulos de Grand Slam lo colocan también en el cuarto lugar de los ganadores de todos los tiempos que encabeza Pete Sampras con 14, seguido por el australiano Roy Emerson con 12, el sueco Bjorn Borg y el australiano Rod Laver con 11 cada uno y Bill Tilden con 10. Federer, que se llevó un premio de 1,2 millón de dólares por el triunfo ha ganado nueve de las 10 últimas finales de Grand Slam que ha disputado.

El número uno del mundo, aprovechó su segunda pelota de partido con una volea espectacular para luego tirarse al suelo, dando comienzo a la celebración después de dos horas y 27 minutos que duró un partido en el que siempre fue el líder y tuvo el control.

La estadísticas del partido no dejaron ninguna duda del dominio de Federer con 17 saques directos, sin doble faltas, un 61 por ciento de acierto con el primer saque y efectividad del 84, aprovechó 6 de 16 oportunidades de romper el saque, metió 69 golpes ganadores y sólo cometió 19 errores sin forzar.

En la red logró 26 puntos en 38 oportunidades y un total de 126 puntos ganados. Mientras que Roddick se quedó con siete saques directos y una doble falta, metió 33 golpes ganadores y cometió 23 errores sin forzar para lograr sólo 26 de 49 subidas a la red con un total de 99 puntos ganados.

Federer comenzó en plan exhibición con toda su mejor gama de golpes para ponerse inmediatamente con un parcial de 5-0 después de haberle roto dos veces en saque a Roddick, en el segundo y cuarto juego, para que en estadounidense lograse quitar el cero del marcador en el sexto, pero ya no tenía ningún valor porque en sólo 29 minutos había perdido la primera manga.

Lo único positivo para Roddick con el juego que ganó fue el evitar perder por primera vez en una final de Grand Slam una manga por 6-0 y le rompió a Federer su saque en el séptimo juego. Una vez más el saque, metió cuatro saques directos, y su revés fueron demoledores para Federer, que consiguió 15 golpes ganadores por sólo cinco de Roddick.

Reacciona el norteamericano
Sin embargo, el nuevo Roddick no se vino abajo mentalmente y logró en el primer juego del segundo set logró hacerle una segunda rotura de servicio a Federer para darle la ventaja que iba a mantener hasta el final de la segunda manga, gracias en parte a su buen saque, mejor revés a dos manos y algunas pelotas, donde el factor suerte estuvo de su lado.

Con el partido empatado a 1-1, los 23.712 aficionados neoyorquinos comenzaron a rugir más que nunca y a apoyar a su ídolo local, que se creció y en el tercer set iba a seguir inspirado con su tenis agresivo, de meterse un poco más en la pista para no dejar jugar cómodo a Federer que como es habitual ni se inmutaba por lo que sucedía en las gradas.

La mejor demostración la dio en el quinto juego cuando con su saque y 0-40 los remontó y una cuarta pelota de «break point» para ponerse con 3-2 y luego en el sexto tener cinco para romperlo a Roddick, que al final lo mantuvo. Pero Federer sabía que sólo era cuestión de saber esperar la siguiente oportunidad para superar el saque de Roddick y le llegó en el momento más decisivo, el duodécimo juego, después de ponerse con un 15-40 y ver como Roddick cometía el error no forzado que le dio el 7-5 al tenista suizo.

La pérdida del set esta vez sí afectó a la moral de Roddick, que vio como el «Expreso» Federer metió la directa con su tenis demoledor de revés, golpes de derechas cruzados y saque sin concesiones para barrer por completo de la pista central Arthur Ashe al ex número uno del mundo que su único mérito en la cuarta manga fue evitar con un 5-0 y una primera pelota de partido irse en blanco.

El resto ya es historia porque lo que no pudo evitar fue el perder por undécima vez en los 12 enfrentamientos que han tenido ambos jugadores, incluidas tres finales de Grand Slam, dos en Wimbledon (2004 y 2005) y la del Abierto, donde Federer volvió a consagrarse como el más grande de todos los tiempos a la edad de 25 años.

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