El español ha estado apunto de escribir una nueva página en la historia del motociclismo español, pero finalmente ha quedado quinto y habrá que esperar a la última prueba en el circuito Ricardo Tormo. Allí tendrá su gran oportunidad para coronarse como campeón. Pese a quedarse en quinta posición, el mallorquín ha realizado una carera en el que la cautela ha sido su gran acompañante.
El italiano Andrea Dovizioso, que acorta distancias con el español tras ser primero en Estoril, ha hecho una exhibición de brillante pilotaje, que ha superado con creces a todos sus rivales. Aunque se retrasa el alirón, Lorenzo sigue teniendo la posición de privilegio. El español, con una estrategia conservadora, correrá el último gran premio con una ventaja de 13 puntos. Todos los aficionados esperan que el español sepa guardar los nervios y la presión para que su Aprilia nº48 cruce la línea de meta por delante de su más directo rival. Si Dovizioso es primero en Valencia, a Lorenzo le valdría con terminar cuarto.
Las tierras portuguesasno le han sentado demasiado bien al piloto español. El circuito contiene varios tramos muy duros y en los que los vientos procedentes del Atlántico han jugado un determinante papel. Una de las pocas oportunidades para sobrepasar a sus rivales es durante los 954 metros que tiene la recta de meta. Pero ha tenido que esperar hasta la vuelta 23 para marcar su mejor tiempo.
El italiano ha realizado una carrera muy sólida que, aunque le tachan de conservador, siempre está ahí arriba dando guerra, y seguro que en Valencia también lo estará. Que nadie dude que presencará una de las mejores vueltas de los últimos años. De hecho, de todos los que encabezan la clasificación ha sido el que más se jugaba, y se ha arriesgado, aún a sabiendas que se podía venir al suelo. Ésta es la primera ocasión de los últimos nueve grandes premios que el piloto español no ha conseguido subir al podio. Pero el trigésimo campeonato está al caer y todos los aficionados están deseándolo.
