La venganza es un plazo que se sirve frío. Y Tommy Robredo lo sabe, pues se ha ‘cargado’ al verdugo de Carlos Moyá en primera ronda, Juan Ignacio Chela. Y lo ha hecho impusiéndose con elegancia en un partido muy igualado en el que se ha llegado a dos setos, que se resolvieron por sendos ‘tie breaks’: 7-6 (7-2) y 7-6 (7-3). El español ha materializado una gran victoria que, aparte de permitirle continuar con su sueño de estar entre los «maestros» del Masters de Shanghai, ha conseguido vengar su amigo.
Tommy Robredo, ya está en los octavos de final del Masters Series de Madrid. Su próxima misión: eliminar al vencedor del encuentro entre el croata Mario Ancic y el estadounidense Robby Ginepri. Este triunfo es el primero de un tenista español en la presente edición del torneo y, para el caso, al español espera pacientemente a su rival porque espera llegar a buen puerto y pasasr a la siguiente ronda, algo que sería toda una alegría después que que cinco de sus compatriotas cayeran a las primeras de cambio.
La nota más importante del enfrentamiento es la regularidad con la que el español ha superado a su rival, con el que ha mantenido en varios duelos particulares un cierto equilibrio. Cabe recordar la victoria del argentino en el Masters Series de Canadá en el año 2004, la última vez en la que se cruzaron en un Grand Slam. Así, Robredo ha matado dos pájaros de un tiro.
