Está en su mano. Y ha llegado la hora para demostrarlo. Ya no puede fallar porque ésta es su última oportunidad.Jorge Lorenzo se la juega este fin de semana en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana. El mallorquín puede proclamarse campeón mundial de 250 cc, y heredar la batuta de su compatriota Dani Pedrosa y escribir una nueva página en la historia del motociclismo español.
El de Aprilia tendrá que ir tranquilo porque un desliz, un pequeño error, puede llevar al traste todo el esfuerzo y el trabajo dedicado en toda la temporada. En estos momentos tiene una ligera ventaja de 13 puntos sobre su más directo competidor, el italiano Andrea Dovizioso.
Aunque todavía muy joven, es un piloto experimentado y experto, pero ya tiene en mente la estrategia a seguir:
«Tengo que correr de manera natural, como yo sé y he hecho en la mayoría de carreras de esta temporada. Si lo hago así, seguro que todo irá bien. Estoy ante un fin de semana en el que se disputa una carrera especial. Me juego el título mundial, algo que nunca he afrontado, y es evidente que se trata de una carrera diferente de todas las que he disputado. Y por si esto fuera poco, tendrá lugar delante de toda la afición española, de mi afición, la mejor del mundo».
Lorenzo necesita acabar, al meenos, cuarto, siempre y cuando su máximo rival gane. Si todo marcha como espera le daría a España la segunda corona de la temporada. Pese a todo, el mallorquín desaprovechó una gran oportunidad en el pasado circuito portugués:
«En Estoril fui más conformista de lo habitual, pero la lectura positiva es que acabé, que no sufría ningún percance y sumé unos puntos muy importantes que me acercaron un poco más al título mundial».
