Un gol de Pandiani en el descuento hunde al Athletic

Un gol de Walter Pandiani en el último minuto del tiempo añadido hundió a un Athletic de Bilbao que había peleado mucho por el punto que le daba el 2-2 que reflejaba el marcador hasta ese momento, pero que pagó su falta de solidez defensiva.

El resultado, de todos modos, nunca estuvo claro, ya que tras una primera parte de mucho respeto y poco fútbol se dio paso a una segunda en la que los dos conjuntos se vieron en algún momento por delante.

El primero en marcar fue el Athletic de Bilbao, pero el Espanyol reaccionó con dos tantos de Raúl Tamudo que encontraron respuesta en uno posterior de Aduriz.El posterior dominio españolista sirvió de poco y, cuando todo el mundo daba por seguro el empate, llegó ese centro al área de Riera y el remate de cabeza de Pandiani, que había entrado al campo en esta segunda parte.

El público festejó el fin de una racha de seis empates consecutivos de los suyos y la primera victoria desde la conseguida en la tercera jornada de Liga ante el Celta. Los tres puntos, además, tienen para el Espanyol los alicientes añadidos de llegar ante un rival directo y en una difícil situación para el técnico Ernesto Valverde, un ex del Athletic de Bilbao.

Esas circunstancias provocaron que la primera parte fuera una muestra de catálogo de la prudencia con la que actúa un equipo, en este caso dos, presionado por los resultados. Ni el Espanyol ni el Athletic de Bilbao arriesgaron lo más mínimo en ataque y su única preocupación fue mantener la solidez atrás y enviar balones a los puntas, casi siempre con poca convicción.

La única ocasión a tener en cuenta de todo el primer tiempo se produjo a los doce minutos de juego, cuando Raúl Tamudo estuvo a punto de llegar a un balón enviado al segundo palo. A partir de ahí, el típico partido trabado con mucho centrocampismo y con cuatro delanteros que hacían lo que podían ante este panorama: Tamudo y Luis García por el Espanyol y Aduritz y Urzaiz por el Athletic de Bilbao.

Tuvo que ser un centrocampista quien le diese algo de trabajo a uno de los guardametas, Lafuente, al que obligó a intervenir para despejar un tiro lejano de Albert Riera, aunque el partido estaba ya a esas alturas en el minuto 39.

El disparo de Riera coincidió con una breve fase de encuentro previa al descanso en la que el Espanyol apretó algo más para ver si sorprendía a su rival. Luis García buscó desmarques, Iván de la Peña miró más a portería y los extremos aumentaron la velocidad de sus acciones, pero el Athletic de Bilbao, sin necesidad de sufrir demasiado, hizo inútiles los esfuerzos españolistas.

La dinámica del partido cambió rápidamente en la segunda mitad, cuando a los dos minutos de la reanudación Jarque cometió un penalti sobre la internada de Aduriz, que transformó Yeste. Al Espanyol no le quedaba más remedio que abrir sus líneas, pero la falta de precisión en las jugadas, quizá por intuir las consecuencias del 0-1, facilitaba la labor del Athletic de Bilbao.

Raúl Tamudo no tuvo más remedio que asumir por enésima vez la responsabilidad y reclamar la pelota para pelearse en solitario con toda la defensa rival. Tamudo apenas necesitó seis minutos tras el tanto de Yeste para equilibrar el marcador, tras un balón al área por el que peleó con la velocidad como arma, que controló con algo de fortuna y tras el que batió a Lafuente con un disparo seco e impecable.

El partido se animó a partir de entonces, posiblemente porque ambos conjuntos tomaron conciencia de que el empate les servía de poco y de que los tres puntos tampoco parecían demasiado caros. El problema para el Athletic de Bilbao es que el único que estaba verdaderamente lanzado era Tamudo, quien vio de nuevo puerta en el minuto dieciséis, al rematar de cabeza un centro desde la banda derecha de Moisés.

El Espanyol, al contrario de lo que hizo su rival, quiso jugar pese al marcador a favor y no especular con el resultado sino buscar un tercer tanto que finiquitase el encuentro. Los españolistas se hicieron con el control del balón, pero dejó la puerta abierta a contragolpes del Athletic de Bilbao y Aduriz sacó provecho de uno de ellos en el minuto 67, con el que firmó unas nuevas tablas.

Aduriz culminó una jugada de su equipo por la banda izquierda que acabó en balón al área y flojo despeje de Kameni, que dejó la pelota en botas del delantero vasco. El 2-2 dio paso a una nueva fase de partido en la que el juego fue muy rápido de portería a portería y lo más factible era la llegada de un tercer tanto que no tenía dueño. Tamudo casi firma el hat trick a diez minutos de la conclusión, pero su remate de cabeza tras jugada de Luis García se le fue desviado. La jugada clave llegó en el tiempo añadido con ese tanto de Walter Pandiani que deja los tres puntos en Montjuic y le complica la vida al Athletic de Bilbao.

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