El Real Madrid no levanta el pie del acelerador

El Real Madrid no levanta el pie del acelerador

(EFE).- El Real Madrid no se permitió el lujo de perder su condición de invicto en la Liga ACB y ganó con solvencia por 64-82 su noveno partido consecutivo, endosando, de paso, la primera derrota de Liga al Alta Gestión Fuenlabrada en su feudo. Esta derrota mina las incipientes esperanzas del Fuenlabrada de disputar en febrero en Málaga la Copa del Rey.

El Fuenlabrada sólo aguantó la inmensa variedad de recursos y la profundidad de banquillo blancos en el primer cuarto, en el que incluso anduvo por encima del equipo de Joan Plaza tras un triple sobre la bocina conseguido por Andrés Miso, que colocaba en el luminoso un 25-23 tras unos primeros minutos plenos de igualdad e intensidad en los que el citado Miso y Louis Bullock sostuvieron ofensivamente a sus respectivos equipos, ambos con ocho puntos.

El segundo cuarto fue el del canto del cisne local. El 7-19 de este parcial sobrevino, sobre todo, por la ingente cantidad de balones perdidos por el Fuenlabrada (hasta ocho en ese periodo) y al evidente mal porcentaje en tiros de campo del grupo dirigido por Luis Casimiro. Bien es cierto que los madridistas hicieron su trabajo a la perfección aprovechándose de las circunstancias. Sin Bullock en la cancha, el relevo lo tomó Charles Smith, que con ocho puntos en los segundos diez minutos de partido, marcó el rumbo de su equipo en ataque. La dirección de Raúl López, muy peligroso desde el perímetro, y el poderío reboteador de Venson Hamilton hicieron el resto. Así, el Real Madrid llegó con diez puntos de ventaja al descanso (32-42), circunstancia que se demostró insalvable para los locales.

El tercer cuarto sólo contribuyó a aumentar el desconcierto local y procurar una vida más cómoda al Real Madrid, que aumentó paulatinamente su ventaja hasta alcanzar una máxima de 23 puntos (51-74, minuto 34). Bullock, de vuelta a la cancha, mostró una vez más su voracidad ofensiva hasta alcanzar los 17 puntos y erigirse en máximo anotador del partido. El resultado de 49-67 a falta de diez minutos no dejaba ya margen al error. El Real Madrid iba a ganar; el Fuenlabrada iba a perder.

El último cuarto resultó prescindible. El Fuenlabrada apretó los dientes intentando mejorar su imagen y maquillar el resultado, pero el Real Madrid no bajó los brazos. El partido, poco a poco, agonizó imponiendo la lógica aplastante que a veces exhibe el deporte y, sobre todo, el baloncesto: un equipo mejor le suele ganar a un equipo peor. Afortunadamente no sucede siempre.

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