El Unicaja se tomó la revancha de la reciente derrota infligida por el DKV Joventut en la Euroliga y machacó al conjunto de Aíto García Reneses tras cuarenta minutos de dominio que le otorgan al vigente campeón de liga su cuarta victoria consecutiva y suficiente crédito tras un arranque balbuceante.
Incorporado Marcus Brown, el conjunto de Sergio Scariolo recuperó a la última pieza de su título liguero y lo celebró con un partido muy completo desde el primer minuto, en el que ya tomó un mando en el marcador que ya no abandonaría. La buena defensa de los malagueños y un mejor acierto en los tiros libres (85 por ciento al final del encuentro) desarbolaron al equipo badalonés, que, tras haber concluido el primer cuarto trece puntos abajo (25-11), tuvo alguna opción en el segundo período cuando llegó a inquietar (27-22, m.15) tras un parcial de 2-10.
No obstante, la reacción local endosando un parcial de 11-2 (38-24, m.18) no dio lugar a dudas y volvió a mostrar que el Unicaja se encontraba más seguro sobre todo por la espléndida dirección del base Cabezas, máximo anotador del partido y asistente de balones para Santiago, Rodríguez y Jiménez.
Unicaja no da tregua
Al descanso, el encuentro estaba casi sentenciado (42-26), pero los andaluces no cayeron en la relajación en la segunda mitad y de salida aplastaron cualquier táctica que hubiera podido disponer Aíto García Reneses. Así, a los tres minutos, la brecha en el luminoso llegó a los veinte tantos (51-31). El DKV poco pudo hacer y se fue desdibujando hasta llegar a perder por veinticuatro puntos en el minuto 36 (77-53), tras un triple de Berni Rodríguez. Con ello, el cuadro local ponía fin a cuatro minutos en los que no logró anotar, si bien tampoco el equipo badalonés, que tuvo la baja de Rudy Fernández había aprovechado esta circunstancia.