El Barça pasa el examen europeo

(PD).- En su intento de seguir vivos en Europa, el F.C.Barcelona viajó a tierras búlgaras para examinarse ante un Levski que, a priori, era un equipo asequible. De hecho, todos los del ‘grupo de la muerte’ consiguieron rentabilizar la visita con buenos resultados ante el peor equipo del campeonato. Los azulgrana estaban obligados a ganar, y más ante un rival endeble, frágil y quebradizo. Era imprescindible ganar, y lo consiguieron, porque un empate y un triunfo del Werder Bremen hubiera caído como un jarro de agua fría, ya que hubiera dejado fuera a los de Rijkaard, que finalmente ahuyentaron a los malos augurios y acabaron por lucirse de forma brillante.

Llegar, cargar y disparar. Giuly, inesperadamente, y de forma magistral, inauguró el marcador cuando todavía el reloj estaba cinco minutos desde el comienzo del partido. Era la primera llegada azulgrana cuando un mal despeje defensivo, una de esas jugadas en las que hay que estar pendiente, fue suficiente para que el balón muriera sobre la pena máxima. Y allí estaba el centrocampista. Los azulgrana dispusieron de la casi obligada posición de la pelota. Necesitaban de algo más, pero Ronaldinho, que volvió a caer en picado en un partido en el que estuvo casi desaparecido, no fue la medicina para conseguir la victoria. El brasileño no estuvo brillante, no tuvo su mejor día. Sin apaullar como en otras ocasiones, disfrutó de muy pocas oportunidades. Sus llegadas vinieron de un cuentagotas. Condensadas.

Desapercibidos. Los búlgaros mostraron muy buenas intenciones, pero la extrema diferencia de calidad que existía entre ambos equipos fue la tónica general. Demasiado prometedor quizá, pero lo cierto es que la incertidumbre se vivió durante toda la primera parte. Pese a todo, los de Rijkaard supieron controlar muy bien la situación, se hicieron dueños y señores de un partido de vital trascencia para la entidad azulgrana. Lo intentaban por todos los rincones, aunque por atrás no tuvieron demasiada fortuna.

Ante estas circunstancias, el Barça cambió de registro en la segunda mitad y salió mentalizado a llevarse el partido. Tenía que llegar el gol de la tranquilidad. La tensión exprimida fue el plato con el que agasajó a los locales, rompiendo la igualdad registrada en los primeros cuarenta y cinco minutos. Los azulgrana corrían un riesgo atroz con este resultado, pero con elegancia, Iniesta reapareció justo en el mejor momento para recoger un balón que se quedó perdido tras un fuerte disparo del portugués Deco. Así llegó el gol esperado.

A partir de ahí, el Barcelona jugó a placer, mientras los búlgaros, que bajaron las armas, se despedazaban vivos. En la cuenta global, los azulgrana, que entraron mucho más en juego, estuvieron sensacionales, aunque quizá no tanto como el Chelsea, que estuvieron ‘sensacionalmente indefensos’ ante un Werder Bremen que se jugaba su futuro en la máxima competición europea. Pese a lo positivo del resultado, el Barça, obligado a ganar el próximo partido ante, curiosamente, los alemanes. SE la juegan a una sola carta.

Goles:

F.C.Barcelona:

(0-1): Giuly, min. 5.
(0-2): Iniesta, min. 64.

Alineaciones:
Levski:
Petkov , Milanov, Topuzakov, Tomasic, Lucio, Eromoigbe, Boriminov, S.Angelov, Bardon, Domovchiyski, Yoyov.
Suplentes: Mitrev (ps), Ivanov, Minev, Ognyanov, Ivanov, Telkiyski, Dimitrov.

F.C. Barcelona:
Víctor Valdés, Zambrotta, Puyol, Márquez, Sylvinho, Motta, Iniesta, Deco, Giuly, Ronaldinho, Gudjohnsen.
Suplentes: Jorquera (ps), Oleguer, Thuram, Gio, Edmilson, Xavi, Ezquerro.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído