En un mundo dominado casi en exclusiva por el fútbol, la posibilidad de escalar a lo más alto en otras disciplinas deportivas es casi imposible sin un apoyo financiero. Ningún piloto, por mucho que pueda llegar a despuntar, sirviéndose tan sólo de ganas e ilusión no podría alcanzar las cotas marcadas por los Dani Pedrosa, los Jorge Lorenzo o los Fernando Alonso.Se requiere de algo más.
Pese a los escollos que existen, el mundo del motor goza de buena salud. Aunque MotoGP siempre se lleva las miradas de gran parte de los aficionados, existen diversas variantes sobre las dos ruedas que van engordando en nuestro país hasta límites insospechados. Es el caso del motocross en España, que está cobrando cada vez más fuerza.
Tuvo su particular edad de oro en la década de los ochenta y, actualmente, existe una gran cantera de pilotos que pueden alcanzar la gloria, eso sí, reclinados en un colchón económico que apoye su trayectoria. Porque, sin la existencia de alguien que financie las pasiones de estos aventureros, sería imposible vibrar con el rugido de estas máquinas. Uno de esos ojeadores es Antonio García Cuesta, gerente de Interdeporte–una tienda virtual dedicada al ámbito del motor-, y partidario de convertir la ambición de los jóvenes en una catapulta para que cumplan sus sueños.
Recientemente, ha depositado su ilusión en un joven piloto de Talavera llamado Javier Corrochano.
A sus quince años, “está determinado a ser uno de los grandes del motocross. Después de clase va al gimnasio para coger músculo para, posteriormente, subirse a la moto”, reconoce García Cuesta.
Su esfuerzo se ha traducido en resultados muy positivos a pesar de los 15 años que disfruta actualmente. Finalizó entre los veinte primeros en el Campeonato de España Junior. En otras competiciones, como en Extremadura, acabó en la primera posición. Y, en la modalidad senior, compitiendo contra máquinas de 250 cc -él con una 125 cc-quedó en un puesto muy relevante dentro los veinte primeros.
El propietario de Interdeporte está convencido de que Corrochano puede llegar a triunfar. Eso sí, “con un poco de ayuda podría hacerlo. El año que viene estoy seguro que va a ganar el Campeonato de España Junior, y, lo más probable, hacer un buen papel en senior. Esperamos que quede quince primeros, siendo todavía junior de segundo año, lo que tiene aún más mérito. Son palabras mayores”.
Tarea difícil la de apostar por un completo desconocido. Una lucha constante.
“Tiene la afición metida en el cuerpo. Él es el primero que quiere estar ahí arriba. Tiene una determinación muy clara. Es un chaval inteligente, tiene claro que no quiere dejar de estudiar. Y sabe compaginarlo. Con una voluntad férrea. Y, pese a su edad, tiene la cabeza muy bien amueblada”, precisa García Cuesta.
El propietario de Interdeporte se fijó hace varios años en el piloto Álvaro Bautista, pero su afán por contactar con él quedó, finalmente, truncado.
“(Álvaro) estaba despuntando y era muy difícil acceder a él en esos momentos. Algo parecido nos sucedió con Dani Sordo. Al final se nos escapó. La única forma para nosotros es apostar por los jóvenes valores. Es cuestión de fijarse cuando todavía no es nadie para fomentar sus cualidades para que pueda hacer lo que le gusta además de tener la posibilidad de triunfar”.
A pesar de lo que se pudiera llegar a pensar, descarta que tenga una ‘espinita’ clavada.
“No, porque ya era demasiado tarde. Por nuestra parte era apuntar demasiado alto. El tiempo pone a todo el mundo en su lugar. Hay que coger a los pilotos que todavía no están hechos porque en el momento que triunfan es muy complicado competir con las grandes firmas.”
Sin embargo, esa labor de ojeador es un riesgo, ya que para este tipo de deportes, la promoción es fundamental. «videntemente. Corrochano está apoyado por sus padres. De hecho, su padre trabaja en una empresa de reformas y, prácticamente, todo lo que gana se lo dedica a su hijo. Para un piloto, si no tienes un apoyo económico a todos los niveles, es imposible competir con los grandes, ya que tienen un presupuesto casi ilimitado. Es un chaval con gran potencial pero no tiene ningún apoyo. Es un hobbie muy caro, pero aparte de afición, su padre está obsesionado que sea alguien grande»
Quizá algún día lo consiga, siempre y cuando, las empresas le den el visto bueno para apoyarle. Es una ayuda mutua porque los grandes equipos se fijan en los que están muy asentados.
