El Granada se impuso justamente a un Unicaja que jugó un pésimo partido, aunque estuvo cerca de remontar casi veinte puntos de desventaja en los últimos compases del choque. El equipo granadino no notó las bajas de Gianella, Fernández y Gutiérrez ante un rival sin recursos que se puede complicar sus opciones de entrar en la Copa del Rey.
Los malagueños sólo mandaron en los cuatro primeros minutos (5-12, minuto 4), pero a partir de ahí el Granada dominó en el juego, mandó claramente bajo los tableros y, con defensas alternativas, ahogó a los de Sergio Scariolo. Un parcial de 16-3 para los locales dejó el marcador al final del primer cuarto en un 21-15, ventaja que a partir de ese momento no dejó de aumentar. Con los visitantes Daniel Santiago y Carlos Jiménez en el banquillo, el Granada se disparó en el electrónico con un gran acierto en los triples hasta llegar al descanso con un claro 40-23.
El partido parecía más que encarrilado para los locales, que a falta de tres minutos para el final ganaban por 70-56, pero los nervios en el equipo de Sergio Valdeolmillos, la presión en toda la cancha del Unicaja y el acierto en los triples de los malagueños, provocó la emoción final. El Unicaja tuvo entonces opciones a la victoria, ya que se llegó a los últimos treinta segundos con un ajustado 75-72, pero de ahí no pasó la reacción visitante y el partido concluyó con cinco puntos de ventaja para el Granada.
