(Agencias).- La incertidumbre ha hecho aparición en el fútbol. Y es que los investigadores británicos que están llevando a cabo el caso de la muerte del ex espía ruso, Alexander Litvinenko, envenenado con polonio 210, han hallado rastros de esta sustancia radiactiva en el estadio del Arsenal de Londres.
Sin embargo, parece que el terror debe ser pasajero, pues han sido halladas, tan sólo, «pequeñas cantidadesd». Los servicios sanitarios gubernamentales, en boca de su portavoz Katherine Lewis, han asegurado que no existe «riesgo para la salud pública».
Desde hace días, la Inteligencia británica daba por seguro que cinco espías rusos, sospechosos de la muerte de Litvinenko, viajaron a Londres el pasado 1 de noviembre camuflados entre los hinchas del CSKA de Moscú, equipo que ese día jugaba en la capital británica un partido de Liga de Campeones contra el Arsenal.
Hasta el momento, se han detectado rastros del isótopo radiactivo en al menos doce lugares en Londres y dos aviones de British Airways. Además, cerca de una veintena de personas han sido sometidas a pruebas específicas para comprobar si habían estado expuestas a radiación.
