El Espanyol confirma su racha y corta el vuelo al Atlético

(EFE).-Un valiente Espanyol, que llegó a Madrid convencido de sus posibilidades, volvió a cortar el vuelo al Atlético, que se deja en casa lo que suma fuera y sale de los puestos de Liga de Campeones tras otra gris jornada como local.

Definitivamente, al Atlético del mexicano Javier Aguirre le gusta más ser invitado que anfitrión y eso ya lo sabe todo el que arriba al Manzanares.Bien por falta de concentración o por cortesía mal entendida, el equipo rojiblanco se ha acostumbrado a comenzar cuesta arriba los partidos en el Calderón y eso no lo cambia ni las llamadas de atención de su técnico, ni los propósitos de enmienda de la plantilla.

Sólo cuando se ha adelantado el rival, da igual sea grande, mediano o pequeño, arranca a jugar el Atlético, en un ejercicio contrarreloj en el que deja ver sus virtudes (fe y entrega), pero también sus limitaciones (un centro del campo vulnerable y un ataque desconectado).

Por eso, cuando el Espanyol marcó en el minuto 8, ni se incomodaron los locales, ni se sorprendió la afición y sólo maldijo en el banquillo Javier Aguirre, que si algo hizo la víspera fue alertar a sus jugadores tanto de la escasa atención que prestan a los minutos iniciales, como de la peligrosa conexión que establecen Iván de la Peña, Luis García y Raúl Tamudo en el equipo de Valverde.

Y entre estos tres crearon el gol, favorecidos por un doble error del colombiano Lucho Perea, que primero perdió un balón ante De La Peña y, acto seguido, no supo lanzar el fuera de juego, con lo que ofreció al «calvo» la ocasión de asistir a Luis García para que éste pusiese el gol en bandeja a Tamudo.

Con todo en orden, es decir, el marcador en contra, el Atlético sí trató de llevar la iniciativa. Lanzó media docena de disparos a la meta del camerunés Carlos Kameni y creó dos buenas ocasiones por medio de Fernando Torres, que volcado sobre la derecha sirvió dos balones que no encontraron el rematador oportuno, sobre todo en la segunda, que el portugués Maniche envió alto tras una dejada con el pecho de Antonio López (m.38).

El Espanyol, que llegó al Manzanares eufórico por los últimos resultados y se vio pronto en ventaja, no se incomodó ante un rival que le dejó jugar entre líneas, por lo que casi se limitó a esperar una nueva ocasión para sentenciar el encuentro.

Dejó pasar su oportunidad el equipo catalán y se encontró con otro Atlético tras el descanso, porque entró en juego el «Kun» Agüero, con un par disparos nada más comenzar el segundo tiempo y activó la banda izquierda Jurado, sustituto de Antonio López, que volvió a ejercer de revulsivo.

Con otro ritmo, el equipo de Aguirre se fue asomando con más peligro al área blanquiazul, hasta encontrar el empate con un remate de cabeza de Torres.

Fueron sus mejores minutos, cuando pareció que el Atlético podía reconducir la situación, pero el Espanyol de Valverde es un conjunto que ya no duda, reforzado por los resultados, y que cuenta con un trío ofensivo en estado de gracia.

No necesitó más que una golpe franco al borde del área, cinco minutos después, para recuperar la ventaja. Una falta por un supuesto juego peligroso de Maniche, que levantó el pie mientras Luis García bajaba la cabeza, dio a éste la oportunidad de colocar el balón lejos de Leo Franco.

El Atlético se vio obligado a remar de nuevo contracorriente, pero ahora con el ánimo mermado y ante un especialista en lanzar la contra. Tuvo media hora el conjunto de Aguirre para salvar algún punto, pero fue capitulando conforme se quedó sin fuerzas ni moral y dejó que el Espanyol disfrutase de su triunfo, para ampliar la racha, para cortar otra vez las alas al Atlético, que la próxima jornada se enfrenta a un nuevo problema; volverá a ser local contra el Getafe.

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