Calderón, presidente y otras mentiras

(PD).- ¿Crisis o no crisis? Ramón Calderón lo tiene bien claro. Que dimita por discrepancias con su gestión todo un vicepresidente y el responsable de la sección de baloncesto no parecen hechos suficientemente importantes como para pensar que la grieta en la directiva blanca se ensancha, pero con un presidente al que le gusta sacar a pasear su lengua, todo se puede esperar.

La misma lengua, que le ha hecho perder credibilidad de cara a los aficionados. Porque si algo calificaría el trabajo del máximo mandatario del Real Madrid es la «precipitación». Nadie se explica que sus promesas hayan quedado, tan sólo, en eso: meras promesas. Kaká vendrá. Falso, aunque desde el diario As apuntan que se ha abierto de nuevo las vías para hacerse con sus derechos. Desde hace varias semanas se ha vuelto a especular sobre el futuro del ‘crack’ del Milán pero todo apunta que el club italiano no tiene pensado, ni por asomo, dejarle escapar. Es la nueva ofensiva blanca, ya que los malos resultados del conjunto milanés ha reabierto las posibilidades de materializar el fichaje.

Pero su semblante, aparentemente -y falsamente- propio de un gran mandatario, está produciendo que el club entre en una difícil senda institucional. Se pasea por los medios de comunicación como Pedro por su casa. Va de entrevista en entrevista, filtrando datos contínuamente, casi sin fundamento alguno, y todo para mostrarse atento a las preocupaciones y necesidades de un Real Madrid que vive una de sus mayores crisis institucional de toda su historia.

El caso es que dice una cosa y, luego, hace todo lo contrario. Sin remordimientos. Y, de forma vacilante -por otro lado, propia en él- Calderón sigue insistiendo en que Gago e Higuaín vendrán a la ‘Casa blanca’. Pero le pierden las formas. En su afán por alcanzar imposibles cotas de éxito está dejando atrás un ‘trabajo’ en aras por el bien del club. Quiere mantener su puesto a toda costa, y así le va. A día de hoy, ni Dios sabe cuándo podrían vestir la zamarra blanca. Y, ni tan siquiera, podrán hacerlo alguna vez.

Calderón sigue con su ‘política’. Encarece los fichajes porque continúa lanzando mentiras a los aficionados. Y, lo que es peor, a la opinión pública que recogen, por supuesto, los presidentes de Boca y River. Así se entiende que ambos clubes, casi por un comprensible despecho en las negociaciones, incrementen las cifras de sus jugadores a fin de blindar sus contratos para no dejarlos escapar o, al menos, sacar la mayor tajada posible. El fichaje de Higuaín se antojaba -al menos en un principio- más complicado que el de Gago por la negativa absoluta de River a la venta pero las tornas parecen haberse intercambiado.

Pero Calderón está consiguiendo enfriar esas negociaciones. Con la llegada del medio-centro de Boca Juniors, el Real Madrid podría cubrir una de sus necesidades más acuciantes: tener a alguien que domina el balón en el centro del campo, algo que sería muy positivo porque así podría intercambiarle con Guti, ahora mismo el alma del equipo blanco.

Sin embargo, el futuro de Gago parece estar cada día más cerca de Madrid. De hecho, su representante Marcelo Lombilla asegura que ya ha llegado a un acuerdo con el Real Madrid por 6,5 años, eso sí, uno más de los que se había hablado inicialmente:

«Los presidentes del Real Madrid y Boca pulen detalles del traspaso en las últimas horas y Gago quiere estar el domingo viendo ya al Madrid contra el Espanyol».

Y al ‘pobre’ jugador más le valdría recalar en España porque en su actual equipo ya reniegan de él. Tanto es así que la hinchada la ha tomado con él : «¡Vete ya al Real Madrid! ¡Aquí no te queremos!

Dicho y hecho.

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