(PD).- Definitivamente, el Deportivo ha entrado en barrena. Los coruñeses tienen una herida que se hace más y más profunda según transcurren las jornadas. En el Sánchez Pizjuán, los blanquiazules se encontraron con la aguja más afilada del campeonato. El Sevilla, casi imbatible, acabó el año de la mejor forma posible, y augurando guerra para el próximo. Lo mejor: el liderato no es un espejismo, no es un equipo relevación puestom que es un firme candidato al título.
La lluvia de goles de anteriores ocasiones no se produjo pero sí la intensidad de antaño. En otro de los grandes clásicos, el F.C.Barcelona firmó tablas con un Atlético de Madrid corrosivo que supo defender muy bien a pesar de encajar un soberbio gol de Ronaldiho que fue equilibrado por el argentino Agüero. El partido abrió el parón navideño.
Pese a los fallecimientos, el partido se jugó. Y quizá fue por ello pero el Recre jugó uno de sus mejores partidos. Uno histórico, con su cara y su cruz. Consiguieron superar de forma contundente al Real Madrid en su inexpugnable campo, dando pinceladas de buen juego y demostrando que los peces, aunque pequeños, siempre pueden comerse a uno grande.
Por su parte, el Osasuna cerró su mejor año estableciendo un récord de victorias consecutivas en Primera al sumar su quinto triunfo seguido frente al Levante, en un partido deslucido que solventaron los navarros con goles de Cruchaga y Soldado, a partir de que el equipo valenciano se quedó en inferioridad en el 55.
El Celta de Vigo y la Real Sociedad firmaron tablas en Balaídos, estadio en que los olívicos continúan sin igualar los excelentes resultados arrancados a domicilio. Los de Vázquez tuvieron el balón durante más minutos, pero los realistas también gozaron de ocasiones para dar la campanada en Vigo.
El Real Betis acabó por hundir en la miseria al Nástic, quien dice prácticamente adiós a cualquier intento de permanencia, tras imponerse en el Nou Estadi con un único gol de penalti. Los de Irureta hicieron un fútbol práctico y poco frívolo, mientras que el conjunto catalán sólo apeló a las ganas y a la lucha para intentar plantar cara a un rival que fue superior.
El Espanyol sacó petróleo de un tedioso partido en el Coliseum Alfonso Pérez, donde un solitario gol de Tamudo sirvió a los pericos para acercarse a los puestos que dan acceso a la UEFA, mientras que el Getafe, que se quejó amargamente del árbitro, suma seis partidos sin ganar y sufrió la primera derrota como local.
En San Mamés, el Zaragoza sumó su segundo tropiezo consecutivo (0-0) y el tercero en las últimas cuatro jornadas que detienen el paso de los de Víctor Fernández, aunque ya han asomado el rostro en este campeonato y se ofrecen como alternativa a todos aquellos equipos que quieran disputar las plazas europeas.
El contragolpe letal del Valencia, plasmado en los goles de Vicente, Villa y Morientes, dio la victoria al equipo local en un partido en el que el Mallorca tuvo el balón durante varias fases del encuentro, aunque fue incapaz de crear peligro ante la portería de Cañizares.
Dos faltas en las que la defensa del Villarreal centró toda su atención en cubrir al techo de la Liga, Nicola Zigic, dieron la victoria al Racing, porque en ambas Cristian Alvarez sorprendió sirviendo a otros compañeros para que Rubén y Colsa marcaran sendos goles.
