La rusa Maria Sharapova comentó tras su derrota en la final del Abierto de Australia que sentía no haber podido regalar ese triunfo a su madre, en el día de su cumpleaños.
«Desgraciadamente era el cumpleaños de mi madre hoy y no pude ganar para ella, Pero ella me hace sentirme feliz, y darme cuenta de que sólo es una derrota. No me gusta perder, todos lo sabéis, porque no es divertido y luego en el vestuario dices, qué mierda, he perdido, y otra lo está celebrándolo por ahí y abriendo una botella de champán».
«Siempre, cuando gano o pierdo, llamo a mi madre y ella me dice, hay otro torneo la próxima semana y tienes que concentrarte ahora en eso. Siempre recordaré este día en el futuro en mi carrera cuando eche la vista atrás y diga, esto me enseñó algo, sólo me ha hecho más fuerte, y eso me ha sucedido ya varias veces», añadió.
Sharapova reconoció que Serena fue mejor. «Más agresiva en todos sus golpes, mientras que yo intentaba encontrar una pequeña puerta abierta para entrar en el partido», dijo. «Pero no hubo muchos intercambios para lograrlo y no quedaba más remedio que luchar algo más. La cuestión era servir y restar bien, y creo que no hice nada de esto bien».
También comentó que su rival estaba llena de confianza:
«Serena había ganado seis partidos aquí y no había razón para que no se sintiera con confianza y no jugase bien. Estar en la final de un Grand Slam después de vencer a jugadoras muy duras proporciona buen tenis y yo lo esperaba».
«Ha sido un poco extraño porque podía haber quedado fuera del torneo fácilmente el primer día y se hubiera dado un resultado diferente. Y aquí estoy, perdiendo la final. Pero no es el fin del mundo, llegar a la final de un Grand Slam en mi primer torneo del año hace que me sienta muy orgullosa», reiteró.
También hizo mención a las notas que sacó de su bolsa y releía durante el duelo. «Sólo recordaba lo que voy a comprar en una tienda», bromeó. «Es fácil entender que se trataba de notas sobre el partido», aclaró después.
