A Aznar le caen gordos los periodistas españoles

Tiene un talante mucho más afable que el que lucía en sus últimos tiempos en Moncloa, pero José María Aznar no aguanta pelmazos. El ex presidente del Gobierno ha suspendido un acto en el iba a participar este miércoles en Estados Unidos para no tener que responder a las preguntas de un par de periodistas españoles.

la idea inicial era que Aznar se sometiera al interrogatorio combinado de la organizadora del evento, una ex reportarera estadounidense de prestigio, y a las cuestiones del público asistente.

Carol Joynt trabajó para el semanario Time y para las cadenas de televisión CNN y CBS, entre otros medios de comunicación.

Luego decidió abrir un restaurante, bautizado como Nathans, en el barrio de Georgetown, en la capital estadounidense, Washington DC. Desde hace cinco años, organiza allí almuerzos-coloquio con personajes de relevancia pública.

Aznar se encuentra en Washington desde hace varios días, pues va a ofrecer allí una serie de conferencias y debates como presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociológicos (FAES) y profesor asociado de la Universidad de Georgetown.

Según ha explicado Joynt hoy por correo electrónico, dos periodistas españoles le comunicaron su deseo de asistir a la comida y realizar algunas preguntas a Aznar, entre otros temas sobre los interrogatorios de policías españoles a presos de Guantánamo durante su Gobierno.

Poco después, Joynt tenía que explicarles que el ex presidente «no estaba contento con el hecho de que entre el público hubiese periodistas españoles».

La reportera estadounidense recalcó en cualquier caso que sus encuentros «están abiertos a todo aquel que haga una reserva», y agregó que se había esforzado «arduamente» por convencerle para que acudiese. No lo logró.

«Le debe disgustar la prensa española tanto como a [el presidente norteamericano] George W. Bush la estadounidense», ha recalcado Joynt.

La periodista ha querido subrayar que ella le indicó a un asesor de Aznar, Rafael Bardají, que en caso de que el ex presidente no quisiera responder a alguna pregunta «podría decir ‘no quiero contestar a eso».

Gente cercana a Aznar han explicado que el ex presidente se encuentra en Georgetown para dar clase y que el acto en el restaurante era «una charla informal donde no estaba previsto que asistiera la prensa».

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