(PD/Agencias).- «Cuando juego ahí, o marco o me lesiono». El ex madridista Ronaldo, ahora en el Milan, se enfrentó ayer al Roma en el estadio Olímpico de Roma (1-1) y llegó con toda clase de precauciones. Normal.
El Olímpico ha sido escenario de algunas de las mayores desgracias en la carrera del brasileño. Ahí perdió una Liga con el Inter en la última jornada. Y ahí sufrió su segunda grave lesión de rodilla jugando contra el Lazio.
El resultado, sin embargo, puede considerarse como bueno para el Milan. A los tres minutos de partido, un despiste defensivo le había dejado por detrás en el marcador ante el Roma, un equipo al alza, que marcha segundo en el calcio y tiene, a falta de que se dispute el resto de la jornada, un cómodo colchón de 10 puntos sobre el tercero, el Lazio.
El Milan, donde volvió a jugar el central Nesta tras varios meses de baja, buscó el empate con el propio Ronaldo y el ex bético Oliveira en ataque.
El equipo, sin embargo, anda muy justo: lento y con maniobras previsibles, quedó en manos de una genialidad de Kaká. Finalmente igualó Gilardino. Y Ronaldo se fue sin lesionarse ni marcar, lo que había logrado en su última visita al Olímpico, en Champions y con el Madrid.
