(PD/EFE).- Con su ya habitual juego práctico y casi inocuo, el Real Madrid dio un golpe de efecto tras vencer 2-0 al Osasuna, y se encaramó a los primeros puestos. Recortó distancias y ahora ya está a tan sólo dos puntos del líder para colocarse en la mejor posición para ganar esta Liga. Ya no existen las especulaciones: es un firme candidato al título.
Esta victoria vale su peso en oro, y le sirve para engancharse al tren de esta emocionante y loca Liga. La escalada blanca continúa en su estilo ascendente. Los blancos se juegan cada jornada una importante baza para ser campeones. A pesar de lo contradictorio que resulta, después de comprobar una y otra y otra vez que su sistema aburre, no deja de ser curioso que funciona. Y funciona porque está ahí.
El Real Madrid jugó diez minutos iniciales impecables. De lo mejor del año. Y en casa, más aún. Había expectación por ver el regreso de la sociedad Emerson-Diarra al medio centro. Los dos cumplieron y además aparecieron en el gol de Raúl.
Diarra mandó un buen balón, Emerson lo cabeceó al corazón del área y Raúl lo mandó a la red. La primera lectura que dejó el partido es que Raúl, jugando cerca del área y arropado, te garantiza un mínimo de 15 goles al año.
Si Raúl merodea el área, el Madrid gana en llegada. Hasta la fecha, ha aceptado el papel de hombre de empresa y ha respetado a Fabio Capello hasta el final. Lo celebró con rabia el gol Raúl. Se le ve con ganas de tapar bocas. Raúl quiere un estilo. Quiere que el Madrid juegue al primer toque y con verticalidad.
Como juegan los grandes de Europa. Es un problema cultural, que Robinho cominza a entender y de paso se adapta al fútbol europeo. Cuantas menos biciletas hace Robinho mejor juega el Madrid. O por lo menos es más prático. Hoy Robinho apareció en el momento justo, para marcar y aumentar la cuenta. El Madrid le necesita fuerte mentalmente justo en la recta final del campeonato. Y a Robinho ahora se le ve más sólido. Los goles le están ayudando a crecer.
Eso sí, Osasuna no fue el de esta semana en UEFA. Sin Juanfran, sin Soldado, sin Raúl García. Son muchas bajas. Dejó su selló de valentía a los 10 minutos con una volea de David López, que sacó Iker Casillas con una mano espléndida. Y es que Iker en este Real Madrid nunca pasa inadvertido. Siemrpe es protagonista.
En el segundo tiempo, voló Iker para sacar en la escuadra un misil de David López, de lo más potable del cuadro navarro, que defraudó en el Bernabéu. Emerson salió reforzado. Era un día complicado después de semanas sin aparecer en el Bernabéu. Y la verdad es que Emerson estuvo atrevido.
No se escondió, pidió la pelota y mereció el gol. Especialmente, en sus entradas desde la segunda línea, rematando de cabeza, un recurso donde él es brillante. El Madrid ganó sin problemas y en el Bernabéu ahora sí se creen que el título es accesible.
