La Real sueña ante un lamentable Atlético

La Real sueña ante un lamentable Atlético

(PD/Agencias).- El encuentro de Anoeta deja dos lecturas. Por un lado la informativa. La Real Sociedad, que hace unos meses estaba prácticamente desahuciada, puede soñar con la permanencia en Primera.

Lo que parecía un sueño, ahora es una realidad tras derrotar por 2-0 al Atlético con goles de dos ‘viejos rockeros’, Kovacevic y Savio. La segunda, es una reflexión. Viendo a algunos jugadores que disputaron este encuentro, en especial en el bando rojiblanco, uno entiende el bajísimo nivel de nuestra Liga.

Empecemos por la parte informativa. La Real, acuciada por la necesidad, agradeció muchísimo la visita del Atlético. Los roijiblancos tienen en Anoeta su estadio maldito. Nunca han ganado allí. Después de ver el partido, no me extraña.

Y más agradecieron los locales el tempranero gol de Darko. Savio se movió por la izquierda como quiso y puso un balón por delante de la defensa ideal para un ‘killer’ como el serbio, que sólo tuvo que empujar a placer gracias a la pasividad de la defensa atlética, que iniciaba su recital de desastres.

Anoeta se vino abajo viendo que su rival talismán daba facilidades y Kovacevic celebró su segundo gol de la temporada por todo lo alto.

A partir de ahí comenzó una competición entre la defensa realista y la atlética por ver quién fallaba más. Ansotegi despejó mal para que Torres estrellara el balón en el lateral, los centrales atléticos se tragaron un centro de Savio para que Garitano cabeceara al larguero y de nuevo Ansotegi se tragó un centro raso que dejó a Agüero ante Bravo, pero el argentino se unió a la mediocridad general y estrelló su disparo en el pecho del meta. El partido estaba loco por errores impropios de jugadores de Primera.

Los balones aéreos, pesadilla rojiblanca
El ‘Kun’ tampoco acertaba a machacar un rechace de Bravo a trallazo de Gabi desde la frontal y posteriormente la zaga rojiblanca devolvía el regalo permitiendo a Garitano rematar de cabeza una falta botada por Savio. Ni un balón fue capaz de despejar la zaga atlética por arriba pese a contar con jugadores como Pablo, Perea, Eller, Luccin o Gabi.

Sólo faltaba que el trío arbitral se uniera a este cúmulo de despropósitos. Y lo hizo anulando un gol por fuera de juego de Kovacevic inexistente. El serbio partió en posición correcta y cabeceó a la red, pero el asistente la pifió. Tanto fallo al menos permitía un encuentro movido, vistoso y entretenido.

La cadena de errores no paraba. Ansotegi volvía a perder la posición ante Torres y el disparo en semifallo del ‘Niño’ superaba a Bravo, pero salía rozando el palo. En el bando atlético, Eller perdía un balón dentro de su área ante Savio cuyo rebote no se colaba en la meta de Leo Franco de milagro. Y Víctor López despejaba fatal un centro de Galletti a la frontal donde Torres remataba camino de la red, pero golpeaba lo justo en Ansotegi para no acabar dentro de la meta.

El paso por los vestuarios tranquilizó a la Real y terminó por desquiciar a los rojiblancos. Perea, en una segunda mitad para olvidar, se convirtió en el mejor asistente de Díaz de Cerio y Kovacevic, que se empeñaban en no sentenciar el encuentro. Sólo Leo Franco se salvaba de la quema y evitaba con dos intervenciones seguidas el segundo ante Díaz de Cerio y Xabi Prieto. El Atlético no daba señales de vida. Tan sólo un golpe franco de Pernía y un disparo lejano de Gabi recordaban su presencia en el césped.

Luccin perjudica a su equipo
Pero Luccin se encargó de dinamitar las escasas posibilidades de reacción al acordarse de la madre del árbitro, como éste recoge en el acta. El francés se lió en el centro del campo, perdió limpiamente el balón y reclamó la falta de la desesperación con un insulto. Impropio de un profesional. Si el Atlético era incapaz con once, con diez… Encima los donostiarras supieron buscarles las cosquillas exagerando las faltas, Medina Cantalejo se tragó alguna falta inexistente y Eller acabó acompañando al galo viendo la segunda amarilla por protestar una acción señalada a Perea.

Contra nueve la Real se veía ganadora y se soltó, realizando su mejor jugada en toda la Liga. Herrera recibió por la derecha en un gran desmarque, Kovacevic arrastró a la defensa y el argentino supo ver a Savio en el segundo palo, donde el brasileño la empalmó a la red. Anoeta se reconciliaba definitivamente con su equipo y ve más cerca el sueño de la permanencia.

En cuanto a la parte de la reflexión cae más del lado rojiblanco. Aguirre suele llevarse las críticas por el juego atlético. Es normal, es el técnico y máximo responsable del equipo. Pero es difícil comprender actuaciones como las de Perea, incapaz de hacer algo con sentido cuando tiene el balón en los pies, Pablo, una sombra del que destacó la pasada campaña, Pernía, que sóilo se parece al del Getafe en el nombre, Luccin, acostumbrado a quitarse de enmedio cuando no salen las cosas… Y así está sexto en esta Liga llamada de las Estrellas… Cosas del fútbol.

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