(PD/Agencias).- El Real Madrid sigue contando en la lucha por el título a costa de un Valencia que puede haber enterrado en el césped del Santiago Bernabéu las pocas opciones que le quedaban para ganar la Liga. El conjunto de Fabio Capello sacó adelante un partido de máxima exigencia ante un rival duro de roer que vendió cara su derrota.
Era un partido que se jugaba a doble o nada. Ganar significaba seguir contando y perder era un desastre al cuadrado por tratarse de un rival directo. No se lo podía permitir ninguno, pero menos el Madrid, que volvía a examinarse ante su público frente a un rival de postín.
Apoyados en la casta del escudo al que representan, los blancos volvieron a sacar lo mejor de sí mismos para doblegar a un Valencia que enseñó los dientes sin llegar a morder. Tras el primer cuarto de hora de miedo y tanteo, los dos equipos se desmelenaron. Villa comprobó que Cannavaro hace aguas por todos sitios en el 16.
El asturiano se fue por velocidad del Balón de Oro y se sacó un remate tras recortar a Gago que se topó con Silva en su camino hacia Casillas.
Golazo del Madrid
Con el susto aún en el cuerpo, el guardameta madridista puso el balón en juego dando inicio a una jugada cinco estrellas. Torres, Gago, Ramos movieron el balón atrás antes de que Salgado pasase el mediocampo con un pase elevado que bajó con el pecho Van Nistelrooy.
Higuaín trazó una pared con Diarra y cedió al centro para Robinho, que dejó de tacón para que Gago abriese para la entrada de Torres por la izquierda. El canterano sacó un gran centro y Van Nistelrooy, libre de marca en el segundo palo, la enchufó con una volea espectacular para batir a Cañizares.
El golazo del Madrid dejó al Valencia anodadado. El conjunto ché se desenchufó durante unos minutos y los blancos estuvieron cerca de sentenciar el partido en dos jugadas a las que no llegó Raúl a rematar en boca de gol. Poco a poco, el Valencia se volvió a meter en el partido a tirones, apoyado en la calidad de Joaquín, Villa o Silva.
El canario provocó la amarilla a Gago tras un eslalom y puso al argentino al borde del precipio. En el 40, una entrada a destiempo a Miguel provocó con razón las protestas de los valencianistas a Pérez Lasa, que decidió no mostrar la segunda amarilla al argentino.
Morientes volvió con un gol
El Valencia llegó al descanso masticando la jugada polémica y salió del vestuario con las pilas puestas. A los seis minutos, Joaquín desbordó a Torres y centró al área para la llegada de Morientes, que apareció solo por el centro del área para poner el empate a uno con un remate mordido que se coló junto al poste. El ex madridista cumplió con la tradición de marcar en la que fue su casa y puso al Madrid en un aprieto.
Al igual que sucedió con el tanto blanco, el Valencia se creció tras anotar. Capello se dio cuenta de que, como en Santander, se le estaba escapando el partido después de ir ganando y reaccionó positivamente dando entrada a Guti y Beckham por Gago e Higuaín.
Apareció Beckham
La aparición del inglés fue una gran noticia para su equipo. Pese a su prolongada lesión, Beckham no ha perdido el tacto para los centros y dio al Madrid media victoria con una falta lataral que remató de cabeza a las mallas Sergio Ramos en el 73.
El espíritu ganador del sevillano envalentonó al Madrid, que en los minutos finales desperdició algunas buenas ocasiones para ampliar su ventaja. Casillas sacó su mano santa de todos los partidos a un remate de volea de Del Horno y evitó que el Madrid sufriese más de la cuenta en un partido con tintes dramáticos.
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