(PD/Agencias).- Jorge Lorenzo no pudo ocultar su alegría por la victoria cosechada en el Gran Premio de China, tercera de la temporada: «La verdad es que ha sido un fin de semana redondo, con ‘pole’, victoria, vuelta rápida y récord del circuito. Vuelvo a casa como líder y con muchas confianza de cara a las carreras que nos esperan en Europa».
A pesar de todo, la carrera tuvo su dificultad para el piloto mallorquín, que tuvo un «mal inicio» por precipitarse antes de acabar la primera vuelta, lo que le hizo perder muchas posiciones.
«Esto me ha descentrado un poco y me ha costado un par de vueltas coger el ritmo. Después he comenzado a marcar vueltas rápidas, haciendo bueno el gran trabajo de los entrenamientos y demostrando que tenía el mejor ritmo de la parrilla».
Esta reacción llevó al pupilo de Dani Amatriaín a tomar el mando de la prueba en el séptimo giro, para no abandonarlo hasta cruzar la bandera a cuadros. «Cuando me he visto en cabeza he decidido tirar, que es lo que tenía previsto de entrada. La moto ha ido muy bien en todo momento y he ido superando pilotos», indicó un feliz Lorenzo, que decidió tener una dedicatoria especial:
«En el Día de la Madre, dedico este triunfo a la mía».
